(ANSA) - TEL AVIV, 07 OTT - "Nos despertamos a las 6.30 con
el sonido de explosiones de cohetes. Entonces en nuestra red de
comunicaciones internas recibimos un mensaje perentorio:
'Infiltración'. Mi hijo y yo nos encerramos en la habitación
protegida, el Mamad, con unas cuantas botellas. Inmediatamente
después Los terroristas intentaron forzar la ventana de mi
apartamento".
Todavía encerrada en su escondite, Adele Raemer cuenta a
ANSA las horas de terror que vivió en su kibutz de Nirim, a poca
distancia de la Franja de Gaza.
En la web, Raemer es conocida por su compromiso con un
diálogo de paz con los palestinos. En los últimos días también
describió la dramática cirugía de una niña de Gaza realizada en
un hospital israelí. Tres palestinos de Gaza le enviaron hoy
mensajes de aliento. Pero por la noche todavía estaba a merced
de los terroristas de Hamas.
"Nunca he tenido tanto miedo. En este momento ni siquiera
sabemos si en las calles del kibutz sólo hay terroristas de
Hamas o hay soldados. Hay rumores de que tal vez vestían
uniformes israelíes para engañarnos", acota con inocultable
pánico.
Pasan algunas horas y en una llamada telefónica posterior
Adele, aún en el refugio, confirma que efectivamente una primera
unidad del ejército israelí ha entrado en el kibutz. Más de 10
horas después de la llegada de los milicianos.
Pero todavía no es posible salir a la luz. Son horas
interminables porque su hija también vive en el kibutz y no ha
sabido nada de ella desde el ataque.
"Ayer en Nirim fue un día de celebración. Celebramos el 67
aniversario de la fundación del kibutz. En las últimas semanas
ha habido tensiones en la frontera", añadió a ANSA refiriéndose
a una serie de incidentes provocados por Hamas. "Pero este
ataque fue diseñado de forma segura y meticulosa durante mucho
tiempo", especuló.
A poca distancia de Nirim, en el kibutz de Beeri, se
desarrolla otro drama: 50 personas son rehenes en el gran
comedor de un grupo de terroristas. Las primeras fuerzas
militares llegaron recién por la tarde.
"Estoy encerrada en el Mamad con tres hijos", señaló
Sophie Brezon. "Los terroristas están detrás de la puerta de
casa, esperemos que no cedan. Aquí sólo tenemos agua y algunos
copos de maíz. No tenemos armas en casa, nunca las quisimos",
acotó.
Las madres del kibutz se animan unas a otras con mensajes
de WhatsApp. Pero la información sobre lo que sucede a su
alrededor es limitada. "Me enteré por casualidad a última hora
de la tarde, por un periodista de televisión que hay rehenes",
doce horas después de que comenzara todo, apuntó. "Ahora todo lo
que tengo que hacer es rezar para que los terroristas no vengan
a mí", completó.
Por la tarde, el portavoz militar informó que una célula de
Hamas fue eliminada en Beeri mediante un ataque aéreo. Que la
fuerza aérea judía alcanzara un objetivo dentro del propio
territorio israelí era algo inconcebible hasta hoy. (ANSA).
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