Así lo anunció en la noche (hora italiana) el prefecto de Venecia, Michele Di Bari, tras recibir las últimas informaciones de los responsables sanitarios.
El autobús que se estrelló tras caer de un paso elevado no será levantado y retirado hasta que las baterías se hayan enfriado, dijo a los periodistas el comandante provincial de los bomberos de Venecia, Mauro Luongo. "Hace un rato levantamos el vehículo -prosiguió- para asegurarnos de que no hubiera otras carrocerías debajo del coche, y no las había".
"Lo que complicó la situación fue el hecho de que se trataba de un autobús eléctrico, y por lo tanto las baterías se incendiaron inmediatamente después del impacto", indicó el experto.
Los pacientes implicados en el accidente fueron distribuidos en los hospitales de Mestre, Dolo, Mirano, Treviso y Padua. El plan de alarma previsto en estos casos se activó inmediatamente como estaba previsto, sobre todo ante el elevado número de heridos.
Las llegadas de familiares a la sala de espera del hospital son por ahora muy limitadas. También se ha activado un servicio de traducción al ucraniano y al ruso.
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