(ANSA) - LAMPEDUSA 3 OCT - En el décimo aniversario del
naufragio de inmigrantes del 3 de octubre de 2013, que le costó
la vida a 368 hombres, mujeres y niños, Lampedusa sigue contando
sus víctimas casi a diario, mientras muchos inmigrantes también
llegan a Cerdeña.
Hace diez años se produjo una de las tragedias más graves en
el Mediterráneo y para no olvidar esa tragedia se instituyó el 3
de octubre el "Día Nacional en memoria de las víctimas de la
inmigración".
De acuerdo con la tradición, la noche del lunes al martes, a
las 3.15 horas (hora del naufragio), hubo momento de
contemplación en la isla, mientras el más emotivo de la
conmemoración fue a las 10.30 horas, con la colocación de la
ofrenda floral en el mar.
El organizador fue el comité del 3 de Octubre, del que
Tareke Bhrane es presidente.
Los nombres de las víctimas fueron leídos frente al
monumento que las recuerda, en presencia de algunos
sobrevivientes y de los familiares de las víctimas.
Los representantes del gobierno estuvieron ausentes.
No obstante, la premier italiana, Giorgia Meloni, recordó
"con profunda emoción el trágico naufragio".
"Desde entonces - subrayó la premier- se reiteraron
demasiadas tragedias hasta llegar a las costas de Europa y es
nuestro deber preciso poner fin a esta masacre continua, también
por bloqueando la salida de los barcos".
La marcha hacia la Puerta de Europa, frente a la cual se
arrojaron ramos de flores al mar, fue inaugurada con la pancarta
"Basta de muertes invisibles".
La pancarta fue sostenida por algunos sobrevivientes que,
como cada año, pidieron "canales de entrada regulares".
"Es necesaria una política europea de migración legal, sólo
así se podrá combatir la irregularidad y derrotar la actividad
de los traficantes de seres humanos", afirmó, en el acto, la
vicepresidenta del Senado, Maria Domenica Castellone (M5s).
Por su parte, el ministro del Interior, Matteo Piantedosi,
habló desde Roma sobre el "compromiso contra los traficantes".
"La gestión del fenómeno adquirió una dimensión nunca antes
vista, que requiere soluciones estables y duraderas, con la
asunción de fuertes responsabilidades -subrayó- por parte de
toda la comunidad internacional".
"Para evitar muertes en el mar debemos frenar las salidas y
ofrecer una alternativa mediante la creación, como está haciendo
nuestro gobierno, de canales de entrada que luego permitan una
inclusión efectiva en nuestro tejido económico", añadió.
"Cualquier autoridad nacional e internacional al venir aquí
decía: no más muertes, pero seguimos aquí -expresó el presidente
del Comité del 3 de octubre- Tenemos que trabajar aguas arriba,
en los países de origen y de tránsito".
"Agradezco a los sobrevivientes por volver a Lampedusa como
ciudadanos europeos: hay quienes se convirtieron en noruegos,
suecos, holandeses".
Cientos de estudiantes europeos también participaron en la
marcha silenciosa.
El prefecto de Agrigento, Filippo Romano, se dirigió a
ellos: "Lo que ocurrió hace 10 años en Lampedusa no es sólo un
episodio, sino la punta de un iceberg. No hay soluciones
simples, la receta ideológica no funciona. Las opciones dependen
de al Parlamento, pero debemos aprender a ser hermanos entre
nosotros, de lo contrario no podríamos serlo con aquellos que
son diferentes a nosotros".
Pocas personas de Lampedusa estuvieron presentes en la
manifestación. "Conmemoramos cada día dando la bienvenida", dijo
un hombre de unos 40 años que asistió a la marcha.
"Dejemos de lado ideologías y colores políticos y trabajemos
para llegar a una solución compartida lo antes posible", agregó
"El verdadero desafío para Italia y para Europa debe ser
garantizar que esos viajes se realicen por elección y no por
compulsión u obligación", consideró, por su parte, el alcalde de
Pelagie, Filippo Mannino.
"Después de 30 años, Lampedusa sigue dando lecciones de
humanidad a Italia, a Europa y al mundo entero, mientras las
instituciones siguen vigilándonos sin que pase nada, sin
intervenir con una verdadera política migratoria".
En ese contexto, los viajes desde Africa a Europa con la
esperanza de tener una vida mejor no paran: de hecho, se
registran desembarcos de tunecinos en Lampedusa, pero también en
Villasimius (Cerdeña) y en Roccella Ionica, con grupos de
iraquíes, iraníes y kurdos llegando a bordo de dos veleros-
En tanto, mañana miércoles desembarcarán en el puerto de
Marina di Carrara unos 176 refugiados, entre ellos 94 menores de
edad, que fueron rescatados en el canal de Sicilia por el barco
Open Arms. (ANSA).
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