Lluvias torrenciales e inundaciones en el este del país.
(ANSA) ROMA - El gobierno italiano manifestó hoy su disposición a ayudar a Libia, golpeada por el huracán Daniel, cuyas lluvias torrenciales provocaron inundaciones sin precedentes en las que han muerto al menos dos mil personas en el este del país, en particular en la región de Derna.
Según el primer ministro del gobierno de Cirenaica, Osama Hammad, apoyado por el parlamento de Tobruk, en esta ciudad que domina el Mediterráneo y que cuenta con más de 100.000 habitantes, hay "al menos 2.000 muertos y otros miles de desaparecidos".
Se abre así un nuevo frente de emergencia en la región tras el terremoto de Marruecos, que alarma a las autoridades de los dos países y a la comunidad internacional.
Para complicar la situación en Derna, se produjo el colapso simultáneo de dos presas que, según fuentes locales citadas por The Libya Observer, "liberaron más de 33 millones de metros cúbicos de agua que generaron inundaciones devastadoras".
En Trípoli, el primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional, Abdul Hamid Dbeibah, decretó tres días de luto, mientras que, por su parte, el primer ministro Hammad anunció dos días de feriado en todos los sectores del país en el este, a excepción de seguridad, salud y emergencias.
En las regiones afectadas se encuentran los principales yacimientos y terminales petroleros. La Compañía Nacional del Petróleo (NOC) ha anunciado un estado de alerta máxima y la suspensión de vuelos entre los centros de producción donde la actividad se ha reducido drásticamente.
"El gobierno italiano sigue atentamente las consecuencias de las inundaciones. Estamos en contacto con las autoridades libias para evaluar el tipo de ayuda que se enviará inmediatamente al pueblo libio. Por el momento no hay ningún italiano involucrado", escribió el canciller italiano Antonio Tajani en X, antes Twitter.
También Francia anunció que está "movilizando recursos para proporcionar ayuda", prometió Emmanuel Macron.
En un mensaje en las redes sociales, el presidente tunecino, Kais Saied, anunció que había "autorizado una coordinación inmediata con las autoridades libias para una ayuda de emergencia mediante el despliegue de los medios humanos y logísticos necesarios".
Además de estos países, también se están moviendo Egipto, Argelia y Qatar.
Calificada por los expertos como un "fenómeno extremo debido a la cantidad de agua que cayó", la tormenta también azotó en los últimos días Grecia, Turquía y Bulgaria, matando al menos a 27 personas.
Luego, después de haber provocado intensas lluvias en el mar en los últimos días, el pasado fin de semana llegó a tierra en Cirenaica, inundando una vasta zona que va desde Bengasi, donde se impuso el toque de queda y se cerraron las escuelas, hasta El Beida, con vientos que alcanzaron velocidades de hasta 180 kilómetros por hora, según el Centro Meteorológico Regional Árabe.
Las precipitaciones se estimaron entre 50 y 250 milímetros.
Según el Centro Meteorológico Nacional de Libia se espera que la tormenta se desplace más hacia el este, alrededor de las zonas de Jaghbub, y llegue a las regiones fronterizas con Egipto.
(ANSA).