(ANSA) - MADRID, 31 MAG - El Partido Socialista Obrero
Español recibió "un castigo inmerecido e injusto" en los
comicios administrativos del domingo pasado, pero ningún líder
"puede hacer la vista gorda" ante una situación como esa, dijo
hoy el premier Pedro Sánchez al justificar la decisión de
adelantar las elecciones generales de diciembre al 23 de julio.
"El resultado supuso un grave retroceso institucional para
el Partido Socialista", reconoció Sánchez en una asamblea de
parlamentarios de la formación. "No podía seguir como si nada",
dijo. "Tomé esta decisión con mi conciencia", agregó.
El primer ministro saliente subrayó en reiteradas ocasiones
el trabajo realizado por los gobernadores y alcaldes
socialistas, especialmente por aquellos que no obtuvieron un
nuevo mandato en las urnas.
Sánchez argumentó que los opositores del Partido Popular y
Vox tienen un programa "del que lo único que se sabe es que
quieren derogar el 'sanchismo'", lo que supondría "destruir todo
lo que se ha construido".
Según el líder socialista, las elecciones del 23 de julio
servirán para entender si "los españoles quieren una fuerza
socialdemócrata y europeísta en el gobierno, o un tándem de
fuerzas de extrema derecha que copie métodos y proclamas ya
vistas en Washington, Budapest y en Brasilia".
Por tanto, es el momento de "aclarar las cosas", porque "la
derecha y la extrema derecha se sienten fuertes", añadió.
"Pero tenemos que aceptar el reto, porque España se merece
lo mejor", dijo también Sánchez. El resultado de las próximas
elecciones, advierte, "será decisivo para el país porque tendrá
efectos en la vida de la sociedad para la próxima década".
(ANSA).
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