(ANSA) - HIROSHIMA 19 MAY - Un nuevo paquete de sanciones,
con foco dirigido en la exportación de diamantes; y la "retirada
inmediata e incondicional" de Moscú de Ucrania: Es la línea roja
para alcanzar la paz que trazaron los líderes del G7 el primer
día de la cumbre de Hiroshima, Japón, que sorprendentemente, el
domingo, podría contar con la presencia del presidente Volodimir
Zelensky.
Sería el primero para el presidente ucraniano en Asia, donde
está en marcha la cumbre de tres días que, como era de esperar,
también se centra en el expediente del Indo-Pacífico.
China es la piedra invitada de la cumbre, con la presidenta
de la Comisión de la Unión Europea (UE) Ursula von der Leyen que
insiste en tener que "crear una alternativa a la Ruta de la
Seda".
Pero es Ucrania la que ocupa el primer día de trabajo.
El objetivo de los Siete Grandes es "desgastar la maquinaria
de guerra de Rusia".
La agresión "constituye una violación del derecho
internacional, en particular de la Carta de la ONU", escribieron
los líderes en el comunicado dedicado al conflicto. Condenaron
al mismo tiempo, justo después de visitar el monumento a la paz
de Hiroshima, "la retórica nuclear irresponsable de Rusia".
De hecho, la cumbre se inauguró oficialmente con la
colocación de una corona de laurel en el Cenotafio de las
víctimas, junto a la Cúpula de la bomba atómica (de la que los
japoneses también ofrecen a la mediateca un recorrido virtual).
Todos los líderes estuvieron presentes, desde la premier
italiana Giorgia Meloni hasta Joe Biden, el segundo presidente
de los Estados Unidos en visitar el Museo Memorial de la Paz
después de Barack Obama.
La jornada siguió con un análisis de la situación de la
economía global: "Se debe construir un orden económico libre y
abierto", basado "en la transparencia y la competencia leal",
subrayó la premier italiana, recordando la importancia de la
cooperación con el denominado Sur Global.
Para Meloni, en su debut en el formato G7, hubo una serie de
reuniones bi-direccionales con el primer ministro británico
Rishi Sunak y con el canciller alemán Olaf Scholz, quien, según
fuentes italianas, visitará próximamente Roma.
Cara a cara también con (el primer ministro canadiense)
Justin Trudeau quien, tomando por sorpresa a la premier -como se
desprende de las imágenes-, dijo entre otras cosas que está
"preocupado" por las políticas del gobierno en el tema de los
derechos LGBT.
No hay novedades -fue la respuesta de Meloni- porque su
ejecutivo "está siguiendo las decisiones de los tribunales y no
se está desviando de las administraciones anteriores". (ANSA).
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