(ANSA) - HIROSHIMA, 19 MAG - La primera ministra italiana,
Giorgia Meloni, debuta en Hiroshima entre los 7 grandes con una
reunión bilateral con el anfitrión, Fumio Kishida, de quien
recibirá la presidencia del G7.
Una relación cada vez más estrecha que Meloni pretende tener
con Japón, mientras se prepara para la posibilidad de abandonar
a finales de año la nueva Ruta de la Seda.
"Hay una cuidadosa reflexión, pero aún no hay una decisión",
dijo en nombre del gobierno en el Parlamento en las mismas horas
el subsecretario de Relaciones Exteriores, Giorgio Silli,
recordando que "no puede haber dudas sobre la pertenencia
estratégica y valiosa de Italia en Occidente".
Meloni y Kishida se conocen y ya se encontraron en cumbres
internacionales, y la más reciente en Roma, en enero, cuando las
relaciones bilaterales dieron "el salto cualitativo" de la
asociación estratégica. Ahora continúa el impulso, desde el
nuevo caza Tempest (que Italia está desarrollando junto con
Japón y Gran Bretaña) hasta los semiconductores, en los que
Italia, garantizó la primera ministra, está lista para
colaborar.
El saludo de recibimiento a la llegada es cálido, como
también subrayan fuentes italianas.
Kishida se preocupa por cómo durmió su invitada en un corto
descanso antes de comenzar las conversaciones oficiales.
"Dormí muy bien, solo algunos problemas con el cambio de
horarios", bromea la primera ministra, recién llegada de la
cumbre del Consejo de Europa en Reykjavik.
Con ella también su hija Ginevra, en este viaje que la
mantendrá alejada de Italia hasta el lunes y que ya tocó Alaska
e Islandia en escala técnica; mientras que a su regreso hará una
parada de unas horas en Astana, con un encuentro también
previsto con el presidente de Kazajistán.
Aquello con Kishida es la primera reunión bilateral, pero no
se pueden descartar otros encuentros cara a cara en los próximos
días.
En la mesa -donde la primera ministra es la quinta líder
mujer en sentarse- Meloni se encontrará con el francés Emmanuel
Macron, quien intentó el movimiento de deshielo en Reykjavik
mientras sus ministros continúan golpeando al gobierno italiano
por la gestión de los migrantes. Pero también con el
estadounidense Joe Biden, con quien mantuvo una primera reunión
bilateral en Bali.
En una cumbre que mira al Pacífico, donde China es el
invitado de piedra, Meloni subrayará, entre otras cosas, la
importancia como "mar medio" entre los dos Océanos de ese
Mediterráneo, que será el centro de la cumbre de 2024 bajo la
conducción italiana.
Y reiterará la importancia de cambiar el paradigma en las
relaciones con el hemisferio sur, empezando por África, con el
objetivo, como explican fuentes italianas, de "crecer juntos, no
a costa" de los países en desarrollo. Un tema en el que también
se centrará la cumbre de Hiroshima, junto con el apoyo a Ucrania
(también a través de nuevas sanciones contra Rusia).
Las relaciones con Pekín, resaltaron fuentes italianas,
estarán en el centro de la cumbre, pero precisamente por el
equilibrio en el Indo-Pacífico.
No pasa desapercibido que la decisión italiana sobre la
Iniciativa de la Franja y la Ruta es de gran interés para los
aliados, dado que Italia es el único de los grandes nombres que
firmó (no sin tensiones en su momento, en 2019) el Memorándum
con China.
La cuestión es importante, pero no hay presiones diarias por
parte de los aliados, aseguran las mismas fuentes. También
porque no hay una urgencia inmediata (hay tiempo hasta el 22 de
diciembre para salir o no de ella, recordó siempre Silli) y es
un expediente sobre el que se tomarán las decisiones buscando un
equilibrio incluso con Pekín.
Cada elección, aseguró el subsecretario de la Farnesina, se
hará "teniendo en cuenta la más amplia reflexión sobre las
relaciones con China en curso con los socios de la OTAN, el G7 y
la UE". (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA