(ANSA) - NUEVA YORK, 14 MAG - El gobierno del presidente
estadounidense, Joe Biden, sigue desde la ventana el desarrollo
de la votación en Turquía.
Funcionarios y analistas estadounidenses creen que un cambio
de liderazgo en Ankara podría representar una oportunidad para
reactivar las relaciones entre los dos países, que comparten
importantes intereses estratégicos, y potencialmente atraer a
Turquía hacia Occidente.
Estados Unidos -informó el diario New York Times- cree que
Turquía fue una ruta para las exportaciones ilícitas a Rusia de
muchos bienes, incluidos chips de computadora.
Además, critica el bloqueo de Ankara a la entrada de Suecia
en la OTAN porque, según Recep Tayyip Erdogan, es demasiado
complaciente con los kurdos.
Muchos funcionarios estadounidenses ven el golpe de Erdogan
en Estocolmo en los últimos meses como un movimiento electoral.
Una victoria del opositor Kemal Kilicdaroglu podría poner
las relaciones entre Estados Unidos y Turquía en un nuevo
camino, explicó Alper Coskun de Carnegie Endowment for
International Peace.
De hecho, Kilicdaroglu "ofrece una visión diferente", con
una línea más dura sobre Rusia y probablemente una Turquía que
volvería a adoptar un modelo más europeo de democracia, añadió
Coskun, observando cómo en Kilicdaroglu Estados Unidos
"encontraría un interlocutor con el que sería más fácil ponerse
de acuerdo.
En cualquier caso, advirtió Coskun, un cambio de liderazgo
no resolvería de golpe las tensiones bilaterales entre ambos
países, especialmente las relativas al apoyo estadounidense a
los combatientes kurdos en Siria e Irak. (ANSA).
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