(ANSA) - ROMA 8 MAY - "Quiero hacer una reforma ampliamente
compartida, pero lo hago porque he recibido el mandato de los
italianos y soy fiel a ese mandato: digo basta a los gobiernos
que se construyen en el laboratorio, dentro del Palacio, sino a
los que vinculan a los que gobiernan con el consenso popular".
Desde el escenario de Ancona, Giorgia Meloni reafirma su
firme determinación de llegar hasta el final en el juego de las
reformas constitucionales.
Fuertes palabras en vísperas del enfrentamiento entre el
gobierno y la oposición, que parece ir cuesta arriba.
Más allá de las tesis de la premier, en la mayoría existen
claras y fuertes diferencias entre halcones y palomas: una
escisión no tanto sobre el modelo a adoptar, sino sobre la
estrategia a emprender para lograr el resultado final.
Además de Hermanos de Italia, la Liga también cree que, para
obtener el presidencialismo el oficialismo puede avanzar solo,
forzando el veto de los que no están de acuerdo, mientras que
Forza Italia (FI) espera que se encuentre un acuerdo
bipartidista con un texto lo más compartido posible.
Haciéndose eco de las palabras de Meloni, Matteo Salvini
observa que "lo mejor sería que si le metes la mano a la
Constitución lo hagas de una vez. Sin embargo, luego añade: "Si
alguien sigue diciendo que no a alguna propuesta, al final serán
los italianos quienes la autorizarán".
El otro viceprimer ministro, Antonio Tajani, sin embargo, es
más cauteloso: "En cuanto a las reformas -observa el coordinador
nacional de FI- queremos escuchar las propuestas de las
oposiciones: deben hacerse entre todos. Estamos listos para
trabajar en el parlamento para garantizar más estabilidad en
Italia porque eso significa ser más creíbles".
En definitiva, en un clima de escepticismo general, desde el
mediodía hasta las ocho de la noche, en la biblioteca
presidencial, salón del primer piso del Montecitorio, se llevará
a cabo un debate que será en todo caso al más alto nivel.
Por el gobierno estará la premier Meloni, el viceprimer
ministro, la ministra de Reformas Elisabetta Casellati, el de
Relaciones con el Parlamento, Luca Ciriani, los subsecretarios
de la Presidencia Alfredo Mantovano y Giovanbattista Fazzolari,
y el constitucionalista Francesco Saverio Marini.
Lo mismo ocurre con la oposición: estarán todos los
dirigentes, incluido el presidente del Movimiento Cinco
Estrellas.
Más allá de los matices dialécticos, la mayoría se encuentra
en una encrucijada: hay quienes apuntan al bombardeo, la
aprobación de un texto por golpes mayoritarios, y quienes, en
cambio, quisieran llegar a un acuerdo amplio, viendo grandes
riesgos políticos de una confrontación sobre los cambios
constitucionales.
Dos enfoques diferentes que parten de dos formas opuestas de
predecir el resultado del referéndum confirmatorio.
Los defensores del enfrentamiento están convencidos de que
pueden ganar una consulta popular a favor de un cambio de reglas
sobre la forma de gobierno que el país ha estado esperando
durante décadas.
En cambio, los partidarios de la línea prudente, recordando
la experiencia de Matteo Renzi, se muestran más pesimistas, y
temen que una derrota en el referéndum represente un escollo
contra el que chocar el gobierno y la mayoría que lo apoya.
(ANSA).
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