(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO 3 MAY - El Papa Francisco,
repasando los diversos momentos de su reciente viaje a Hungría
en la audiencia general de hoy, habló de este viaje "a través de
dos imágenes: las raíces y los puentes".
"He visto a tanta gente sencilla y trabajadora mantener con
orgullo el vínculo con sus raíces", dijo. "En Hungría, la
opresión comunista estuvo precedida por la opresión nazi, con la
trágica deportación de una numerosa población judía", recordó el
Pontífice.
"Pero en aquel atroz genocidio, muchos se destacaron por su
resistencia y capacidad para proteger a las víctimas, y esto fue
posible. porque las raíces de la convivencia eran sólidas",
dijo.
"Pero aún hoy, como se ha visto en los encuentros con los
jóvenes y con el mundo de la cultura, la libertad está
amenazada", advirtió Francisco. "¿Cómo? Sobre todo con guantes
blancos, por un consumismo que anestesia, en el que uno se
contenta con un poco de bienestar material y, olvidando el
pasado, se 'estanca' en un presente hecho a escala individual".
"Esta es la peligrosa persecución de la mundanalidad, y el
consumismo la lleva adelante", subrayó. "Pero cuando lo único
que importa es pensar en uno mismo y hacer lo que te gusta, las
raíces se asfixian".
Subrayó que "es un problema que atañe a toda Europa, donde
dedicarse a los demás, sentirse comunidad, la belleza de soñar
juntos y crear familias numerosas está en crisis".
"Toda Europa está en crisis", apuntó.
En cuanto a la segunda imagen, "puentes", el Papa indicó "la
vocación de Europa, llamada, como 'puente de paz', a incluir las
diferencias y acoger a quien llama a sus puertas".
"Bello, en este sentido, el puente humanitario creado para
muchos refugiados de la vecina Ucrania, que pude conocer,
admirando también la gran red de caridad de la Iglesia húngara",
concluyó.
Al final de la audiencia general en la Plaza de San Pedro,
en el momento del "beso de la mano" en el cementerio del
Vaticano, el Papa Francisco fue el primero en saludar al
metropolita ortodoxo Antonio de Volokolamsk, presidente del
Departamento de Relaciones Exteriores de la Patriarcado de
Moscú.
El Papa besó inmediatamente la cruz pectoral de Antonij e
intercambió con él regalos y algunas bromas. En el pasado,
Antonij, el sucesor de Hilarion como ministro de Asuntos
Exteriores del patriarca Kirill, fue rector de la iglesia de
Santa Caterina Martire en Roma.
Por otro lado, el Papa aceptó la renuncia al cuidado
pastoral de la Diócesis de Fano-Fossombrone-Cagli-Pergola
presentada por Monseñor Armando Trasarte.
A continuación, el Pontífice nombró obispo de la diócesis de
Fano-Fossombrone-Cagli-Pergola al Reverendo Andrea Andreozzi,
del clero de la archidiócesis de Fermo, actualmente rector del
seminario de Umbría. (ANSA).
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