(ANSA) - PEKIN, 03 MAG - Luego del globo espía abatido por
Estados Unidos en febrero frente a la costa de Carolina del Sur,
es un gran dirigible del ejército chino lo que quita el sueño a
los expertos militares en planes aeroespaciales en la alta
atmósfera de las Fuerzas Armadas del Dragón.
Avistado por primera vez en una base remota del desierto de
China noroccidental, las imágenes satelitales de BlackSky
obtenidas por la CNN son del pasado noviembre y podrían ofrecer
un notable progreso de Pekín en el tema dirigibles, más
versátiles y maniobrables de los hasta ahora conocidos.
La nave, de 30 metros, se halla en el centro de una pista de
aterrizaje de casi un kilómetro, en un complejo militar
desértico, probablemente en Xinjiang, corazón de otros activos
estratégicos, entre decenas de enormes silos para misiles de
largo alcance con ojivas nucleares y modelos a escala de
portaaviones estadounidenses clase Nimitz para simulaciones de
estudio y ataque.
Muchos expertos del sector aeroespacial confirmaron la
hipótesis de dirigible, pista de aterrizaje y hangar enorme de
casi 300 metros: un "submarino de los cielos", en otros
términos, con posible capacidad de propulsión y navegación para
el sobrevuelo prolongado de un área.
¿Pero cuáles podrían ser las aplicaciones de defensa de un
medio de apariencia antiguo y anacrónico? En general, explica
una fuente del sector a ANSA, "es razonable pensar en un
laboratorio volante, quizás para testear las comunicaciones
cuánticas a cubierto de interceptaciones o los estándares
capaces de neutralizar sistemas enemigos", como una red
satelital.
"Seguramente es algo ligado a la defensa o la seguridad",
las prioridades del presidente Xi Jinping.
No sin razón, en el medio de los esfuerzos para consolidar
las fuerzas militares en vista de posibles conflictos a partir
del dosier más caliente de Taiwán, China promulgó el lunes las
revisiones a la disciplina del servicio militar, permitiendo al
personal jubilado ser enrolado para garantizar soldados expertos
en el Ejército Popular de Liberación, y el reclutamiento de
estudiantes de ciencias e ingeniería formados en alta tecnología
-inteligencia artificial y robótica- para combatir las nuevas
tipologías de conflictos en dominios como el espacio y la
ciberseguridad.
El ejército chino se concentra asimismo en la investigación
sobre "guerra de información" que hace uso la inteligencia
artificial y otras tecnologías. Las nuevas medidas apuntan a
"construir un sistema de alistamiento capaz de responder, en el
tiempo de paz y de las emergencias, en un modo rápido y sin
solución de continuidad", comentó Tan Kefei, vocero del
ministerio de Defensa.
Las Fuerzas Armadas del Dragón están compuestas por 2
millones de efectivos, mientras la capacidad militar está
desarrollada en tierra firme y el mar, entre naves de asalto
anfibias, submarinos y bombarderos, hasta un tercer
portaaviones, el Fujian, en marcha en junio de 2022.
Las ambiciones de Xi, en calidad de comandante en jefe, son
poseer una fuerza militar de nivel mundial "lista para combatir
una guerra y ganarla". Qiushi, revista teórica del Comité
Central del Partido Comunista Chino (PCC) puso en guardia acerca
de la necesidad de "asegurar al personal para reforzar el
ejército".
Pero el número de los enrolados está en descenso por el
envejecimiento de la población, que bajó en 2022 por primera vez
a 61 años y casi fue sobrepasada por la India. Imprevistos de un
plan estratégico, escrito en la Constitución del Estado y del
partido, que prevé la reunificación de Taiwán, incluso usando la
fuerza si es necesario. (ANSA).
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