El gobierno mexicano está adoptando
una serie de medidas encaminadas a dar empleo a mayores de 60
años mediante beneficios fiscales u obligando a las empresas a
establecer una cuota de sus planillas laborales para personas
ancianas.
El Senado mexicano aprobó el mes pasado una reforma que
obliga a las compañías privadas con 20 trabajadores o más para
que destinen al menos 5% del total de su personal a quienes
rebasen los 60 años, en un país que registra un acelerado
proceso de envejecimiento.
La iniciativa prevé otorgar una deducción del 25% del
impuesto sobre la renta de las personas mayores, lo que
representa un incentivo más que este segmento social pueda
mantener una ocupación laboral en su etapa otoñal.
Las medidas tienen lugar en momentos en que México atraviesa
por una fase de envejecimiento después de haber gozado durante
varias décadas del llamado "bono demográfico" con una
mayoritaria población joven.
El último Censo de Población y Vivienda 2020 reveló que
México cuenta con más de 126 millones de habitantes, pero la
población aumentó 12,2% desde el año 2000, el más bajo repunte
desde que se comenzó a realizar este ejercicio en 1930.
En 2010, vivían en México 112 millones de personas, lo que
supone una tasa de crecimiento demográfico de 1,2% anual, casi
un tercio del 3,4% de los años 60, cuando comenzaron las
campañas para reducir el número de hijos, y uno de los slogans
rezaba que "la familia pequeña vive mejor".
Ahora, "la población ha entrado en un proceso de
envejecimiento, pues esta vez hay proporcionalmente menos
personas jóvenes y más personas de edades mayores", señaló
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De este modo, la población de más de 60 años pasó de 9,1% en
2010 a 12% en 2020, mientras la de 0 a 17 años bajó de 35,4 a
30,4% en el mismo período.
En el 2000, el 61% de los mexicanos tenían menos de 30 años,
pero ahora este grupo sólo representa la mitad del total,
mientras que los mayores de 60 años pasaron del 7% en el 2000,
al 12% en el 2020, un aumento del 5%.
Sin embargo, las medidas para estimular la contratación de
ancianos en empresas podrían no funcionar adecuadamente, en un
país donde se estima que de 17 millones de personas mayores de
60 años al menos 85.000 buscan una oportunidad de empleo debido
a que no cuentan con una pensión o a que el monto de la misma es
muy bajo.
"De acuerdo a los perfiles que se requieran, quizá no es
posible cumplir con estas disposiciones", afirmó Laura Grajeda,
presidenta del Instituto Mexicano de Contadores Públicos".
Grajeda estimó que las medidas podrían ser "excesivas"
porque para cumplir con la cuota que se exige (1 de cada 5
trabajadores debe ser mayor de 60) las empresas podrían verse
obligadas a despedir personal joven.
Se estima que en México hay 6 millones de personas ancianas
trabajando, pero 7 de cada 10 lo hace en el mercado informal,
sin beneficios como servicios de salud.
La senadora mexicana Patricia Mercado (MC), secretaria de la
Comisión de Trabajo y Previsión Social, expresó que el mercado
laboral es "limitado para la llamada tercera edad", porque no se
abren espacios en las plantillas laborales para aprovechar la
experiencia y las habilidades de las personas mayores.
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