(ANSA) - ROMA 25 ABR - En su primer 25 de abril, aniversario
de la caída del fascismo, desde que está en el poder, la premier
Giorgia Meloni envió una carta a un diario italiano en la que
sostiene que la presencia de la derecha en el Parlamento es
"incompatible con el fascismo".
Meloni expresa que su carta incluye "algunas reflexiones que
espero puedan contribuir a hacer de este aniversario un momento
de concordia nacional, en el cual la celebración de nuestra
recuperada libertad nos ayude a comprender y reforzar el rol de
Italia en el mundo como baluarte de democracia".
"Y lo hago, añade la premier, con la serenidad de quien ha
visto madurar plenamente estas reflexiones en las filas de su
propio partido político hace ahora 30 años, sin apartarse nunca
de ellas en los largos años de compromiso político e
institucional".
"Durante muchos años, escribe la premier, y como reconoce
todo observador honesto, los partidos que representan a la
derecha en el Parlamento han declarado su incompatibilidad con
cualquier nostalgia del fascismo".
"El fruto fundamental del 25 de abril fue, y sin duda sigue
siendo, la afirmación de los valores democráticos, que el
fascismo había pisoteado y que encontramos grabados en la
Constitución republicana".
Según Meloni, "de esa paciente negociación destinada a
definir los principios y las reglas de nuestra naciente
democracia liberal, un resultado no deseado unánimemente por
todos los componentes de la Resistencia, surgió un texto que se
fijó el objetivo de unir y no dividir".
"Los constituyentes confiaron a la fuerza misma de la
democracia y su realización a lo largo de los años la tarea de
incluir en el nuevo marco también a los que habían luchado entre
los vencidos y a esa mayoría de italianos que habían tenido una
actitud "pasiva" frente al fascismo", subraya la primer
ministra.
"Específicamente - continúa Meloni - aquellos que habían
sido excluidos del proceso constituyente por obvias razones
históricas, se comprometieron a incluir a millones de italianos
en la nueva república parlamentaria, dando forma a la derecha
democrática".
Se trata de "una familia que a lo largo de los años ha
podido expandirse, involucrando entre sus filas también a
exponentes de culturas políticas, como la católica o la liberal,
que se habían opuesto al régimen fascista", destaca.
"Así nació -añade- una gran democracia, sólida, madura y
fuerte, a pesar de sus muchas contradicciones, y que en la larga
posguerra supo resistir las amenazas internas y externas,
convirtiendo a Italia en protagonista de los procesos de
integración europea, occidental y multilateral".
Desde el 25 de abril, "ha nacido en Italia una democracia en
la que nadie estaría dispuesto a renunciar a las libertades que
se ha ganado. En la que la libertad y la democracia son
patrimonio de todos, le guste o no a los que quisieran que no
fuera así".
Esta, sostiene la premier, "no es solo la mayor conquista de
la que puede presumir nuestra nación, sino que es el único
antídoto verdadero contra cualquier riesgo autoritario".
"Por eso, dice Meloni, no entiendo las razones por las que
quienes se consideran guardianes de esta conquista, hay quienes
al mismo tiempo niegan su eficacia, narrando una especie de
división imaginaria entre los italianos completamente
democráticos y los demás. -presumiblemente la mayoría a juzgar
por los resultados electorales- que, aunque no lo declaren,
soñarían en secreto con una vuelta a ese pasado de falta de
libertad". (ANSA).
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