(ANSA) - BRASILIA, 25 APR - El presidente Luiz Inácio Lula
da Silva concluyó hoy su visita de Estado a Portugal, la primera
realizada a un país europeo desde que inició su tercer mandato,
con un discurso ante el Parlamento en el que condenó la
violación al territorio de Ucrania y fue hostilizado por
congresistas de extrema derecha.
El periplo portugués estuvo marcado por la invitación a que
inversores se radiquen en Brasil, el discurso sobre el fin del
aislamiento diplomático brasileño tras el gobierno de Bolsonaro
y un acuerdo marco sobre transferencia de tecnología brasileña
para la fabricación de aviones Tucano homologados por la OTAN.
"Condenamos la violación de la integridad territorial de
Ucrania, creemos en un orden internacional basado en el respeto
del Derecho internacional y la preservación de las soberanías
nacionales", afirmó Lula ante los legisladores de la Asamblea de
Portugal, donde hoy se recordó el aniversario de la Revolución
de los Claveles que puso fin en 1974 a la dictadura salazarista
implantada a mediados de la década de 1930.
Al igual que lo hizo el sábado pasado en su primer discurso
en Portugal, el líder del Partido de los Trabajadores adoptó
hoy un tono más enérgico contra la invasión de la que fue
víctima Ucrania, diferente del que empleó en su gira por China y
los Emiratos Arabes Unidos.
Aquellos dichos de Lula realizados hace 2 semanas fueron
criticados tanto por la UE como por Washington.
"Es necesario hablar de paz. Para alcanzar este objetivo, es
indispensable recorrer el camino del diálogo y la diplomacia",
afirmó en la mañana de este martes en el recinto legislativo
portugués.
Las palabras de Lula fueron interrumpidas reiteradamente por
consignas de legisladores del ultraderechista partido Chega.
Miembros de esa agrupación se pusieron en pie, golpearon en
sus escritorios para denostar a Lula al tiempo que enarbolaron
banderas ucranianas y pancartas en las que se leía "Basta de
Corrupción".
Ante ello, el presidente de Asamblea, Augusto Santos Silva,
pidió a los diputados que pusieran fin a sus insultos.
Mientras tanto, otros congresistas aplaudieron a Lula, quien
hizo una reivindicación de la democracia y abogó por la
reformulación del Consejo de Seguridad de la ONU para que
tengan asientos permanentes Brasil y otros países.
Posteriormente Lula respondió a Chega, partido organizador
de una cumbre internacional derechista en mayo a la que fue
convidado el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro.
Afirmó que la actitud de Chega en el recinto de la Asamblea
fue una "escena ridícula" y agregó: "creo que cuando esas
personas vuelvan a su casa y pongan la cabeza en la almohada van
a decir 'qué tontería hicimos'". (ANSA).
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