Mattarella pide un nuevo renacimiento europeo

El presidente italiano concedio una larga entrevista, con varias ideas.  (foto: ANSA)
El presidente italiano concedio una larga entrevista, con varias ideas. (foto: ANSA)

(ANSA) ROMA 21 - El presidente italiano, Sergio Mattarella, subrayó hoy la mportancia de que, a través de la cultura, Italia consolide los volores comunes que comparte con Europa, en una entrevista en la que consideró que "la lectura es fundamental".
    Según el Jefe de Estado, "la participación de Italia como país invitado de honor en dos de los más prestigiosos eventos culturales europeos (el Festival du Livre de París y en 2024 la Buchmesse de Frankfurt), además de reconocer la contribución de la civilización italiana al sentir global, representa una gran oportunidad para continuar por el camino de una ósmosis que consolide cada vez más la plataforma común de valores sobre la que se asienta la Casa Europea".
    Para eso, destacó el presidente, "la lectura es fundamental.
    Deberíamos leer más y tal vez leer Los viajes de Marco Polo podría ayudarnos a comprender el espíritu con el que se debe mirar el mundo".
    Mattarella subraya también la importancia de Dante que, en el Purgatorio, "lanza un mensaje quizás también útil en la Babel comunicativa de nuestro tiempo. Me gustaría llevárselo a los más jóvenes".
    Con respecto a la identidad europea, Mattarella afirma: "Desde las grandes ciudades hasta los pequeños pueblos, las comunidades en todas las latitudes de nuestro continente son reconocibles por sus plazas, sus lugares de culto, sus ayuntamientos, sus palacios y sus mercados, sus paisajes. Cada uno de estos signos identifican a Europa".
    "La dimensión europea, agrega el Jefe de Estado italiano, es lo que compartimos como resultado del depósito que dejan las culturas plurales, traídas por los pueblos que han logrado asentarse en los territorios".
    El Renacimiento, afirma Mattarella, "es el producto del ingenio italiano en un estado de gracia particular", pero luego se difundió "en las cortes europeas. El sentimiento de pertenencia era a una gran cultura, que no separaba al este del oeste eropeo, sino que permeaba todo el ambiente intelectual. Me gustaría pensar en un nuevo renacimiento europeo, abierto al mundo entero".
    "La fraternidad europea debe entenderse como una conciencia de un destino común y va más allá de la solidaridad". Europa debe impulsar una "unión de la diversidad, inspirada en una visión que sabe mirar lejos, sin tropezar sobre barreras creadas artificialmente", agrega..
    Además, para Mattarella "podríamos hablar de 'fraternidad europea' como la adquisición de una conciencia más auténtica, que prevalece también sobre los relatos actuales sobre la crisis de convivencia con los inmigrantes que llegan a nuestras costas o a otras fronteras europeas, huyendo de guerras, hambrunas, convulsiones climáticas. No faltan buenos ejemplos de 'fraternidad europea': las puertas están abiertas a los refugiados ucranianos".
    Sin embargo, los principios son tales si no admiten variaciones de conveniencia. La fraternidad sería más fuerte -dice el jefe de Estado- "si estuviera siempre igualmente reservada para los que huyen de otras guerras, de otras hambres, de otras catástrofes, a lo largo de la línea mediterránea, por ejemplo".
    En otro pasaje de la entrevista, el presidente italiano se refiere a la cultura de la cancelación que se aplica al arte y la literatura rusos tras la invasión ordenada por Vladimir Putin a Ucrania.
    "Es un gesto erróneo querer echar la culpa hacia atrás a los productos de siglos de historia europea, de la que esa cultura forma parte integral. Los intelectuales más alertas no han dejado de estigmatizar esta visión. Lo que mata la cultura es la homogeneización, el conformismo".
    "La industria cultural italiana es un motor de nuestro modelo productivo, continúa Mattarella. Me gusta pensar que París y Frankfurt significan también el reconocimiento del compromiso y la actividad de nuestra industria editorial, proyectada plenamente en el diálogo de la cultura internacional".
    "El libro es un vehículo extraordinario que llama la atención sobre el Bel Paese. Italia goza de una reputación muy alta en el extranjero, por su pasado, pero también por su presente. Fascina por su civismo, sentido de comunidad, su vocación por la paz. Ciertamente, ser italiano parece ser un valor en sí mismo. Y no debe desperdiciarse". (ANSA).
   

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