Los nuevos estudios de la RAI Vaticano (foto: ANSA)
(ANSA) - ROMA 20 ABR - Los datos del presupuesto de 2022 de
Radiotelevisione italiana (RAI) dieron resultado de equilibrio
en un contexto económico complicado por los efectos de la
inflación, que lastró especialmente las inversiones
publicitarias.
El balance fue aprobado por el consejo de administración,
cuyo director gerente, Carlo Fuortes, podrá reclamar en las
próximas semanas para defender su obra frente a las peticiones
de quienes, en su mayoría, quieren un cambio inmediato en la
parte superior de Viale Mazzini.
El visto bueno fue recibido por unanimidad, como se
esperaba, aunque no faltan observaciones críticas sobre la
evolución de las cuentas, en particular, sobre el crecimiento
del endeudamiento.
La RAI - explicó Viale Mazzini - supo reaccionar al
contexto desfavorable con un aumento de los ingresos comerciales
y acciones de eficiencia y racionalización organizacional, que
permitieron continuar invirtiendo para fortalecer el producto.
El año pasado, la televisión pública confirmó su primer
lugar en el mercado con una participación del 36,7% en el día
completo y del 37,9% en el horario de máxima audiencia.
La oferta digital crece, por encima de las medias del
mercado.
La posición financiera neta, por su parte, fue negativa en
casi 580 millones de euros, pero, según la compañía, "todavía se
sitúa en niveles sostenibles".
Sin embargo, la deuda preocupa al concejal Riccardo Laganà,
porque "crece progresiva y preocupantemente".
Otras carencias se refieren -según él- a la ausencia de
"adecuadas políticas de remuneración y de gestión" y a "una
larga serie de cuestiones no resueltas, tanto a nivel
corporativo como editorial".
Son cuestiones que también plantean los sindicatos, que
convocaron a UNA huelga para el próximo 26 de mayo con el pedido
de un cambio de rumbo en las políticas de empresa antes de esa
fecha.
Críticas a las que también se suma la Asociación de
Ejecutivos de la RAI, que atacaron duramente a la alta dirección
de Viale Mazzini, acusándola de "gestión inercial" que "solo
puede empeorar la ya delicada situación" del medio de
comunicación" y conducir a un "declive empresarial que parece
para escapar del radar de quién debe conducirlo".
En definitiva, un clima cada vez más caldeado, mientras se
acerca la presentación de los horarios, que deberán concretarse
en las próximas semanas.
La intención del gobierno sería trasladar a Fuortes al San
Carlo, lo que provocó que el actual superintendente Stephan
Lissner dejara su cargo antes de tiempo.
La operación, que pasaría de un decreto para extender a los
directores extranjeros las reglas contenidas en la ley Madia que
prohíbe ocupar esos cargos a quienes perciben una pensión, es
sin embargo compleja, también porque Lissner dice estar listo
para la batalla legal.
Sin embargo, los tiempos no son inmediatos y no debería
producirse un posible cambio antes de la segunda quincena de
mayo.
La junta también aprobó el acuerdo con la Fundación Fiera
Milano para la transferencia del centro de producción de RAI en
Milán a una nueva propiedad alquilada a partir de 2028.
El acuerdo se enmarca en el plan inmobiliario aprobado el
pasado mes de julio, que prevé la venta de algunos inmuebles en
propiedad para financiar también el desarrollo de las oficinas
de Roma, Nápoles y Turín.
En tanto, la presidencia de la Comisión de Supervisión se
reunió por primera vez para elaborar el calendario de las
próximas audiencias, comenzando por el ministro de Empresa y
Made in Italy, Adolfo Urso. Luego será el turno del presidente
de Agcom y de la alta dirección de la RAI. (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA