El fentanilo o heroína
sintética, un opiáceo indispensable para el tratamiento enfermos
terminales, comienza a escasear en hospitales mexicanos, debido
a la campaña actual para combatir su consumo entre los jóvenes
que provoca cada vez más muertes por sobredosis.
Especialistas, en particular anestesiólogos, señalaron que
la carencia de la sustancia ha provocado que los médicos
dedicados a paliar el dolor en personas que sufren de cáncer, o
enfermedades crónicas, o bien necesitan ser sometidas a una
intervención quirúrgica, hayan perdido "su principal herramienta
de trabajo".
Si bien los grandes centros médicos y de alta especialidad
todavía cuentan con reservas, es en los hospitales de menor
nivel y las clínicas donde es raro hallar esta medicina, lo
mismo que de morfina.
La Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del
Dolor (AMETD) indicó que no hay disponibilidad de fentanilo "en
parche o vía oral" para manejo de dolor crónico en la mitad de
los estados del país, mientras que en cuatro de cada 10 no
cuentan con morfina.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en marzo
pasado que el gobierno estudiaba la posibilidad de reemplazar el
fentanilo por otros analgésicos para prohibir su importación y
frenar, así, su consumo ilegal.
La sustancia ha generado una verdadera epidemia de
fallecimientos por sobredosis que ha costado la vida de unas
107.000 personas el año pasado en Estados Unidos, y en México
cada vez hay más reportes de muertes, sobre todo en ciudades de
la frontera norte.
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