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Las autoridades
arrestaron al contralmirante Salvador González, delegado del
Instituto Nacional de Migración (INM) en el estado norteño de
Chihuahua, a quien testimonios señalan como el principal
culpable de la muerte de 40 extranjeros que murieron en un
incendio en una estación migratoria el 27 de marzo pasado.
El jefe del INM, cuarta persona arrestada por el caso que
desencadenó una gran indignación entre grupos de defensa de los
derechos humanos y la comunidad de migrantes, fue arrestado en
un restaurante del Aeropuerto de Ciudad Juárez, la urbe
fronteriza con Estados Unidos donde ocurrió la tragedia.
Ayer concluyó la repatriación de los cuerpos de las personas
sin documentos fallecidas en el incendio, la mayoría de
Guatemala, pero también de Honduras, El Salvador, Venezuela y
Colombia.
Según testigos, Guerrero ordenó no abrir la puerta de las
rejas donde ocurrió el incendio tras un motín que estalló en la
estación migratoria luego de que las autoridades anunciaron que
repatriarían a los detenidos.
El funcionario había obtenido un amparo (habeas corpus) para
que se ejecutara la orden de detención en su contra, pero esa
medida fue insuficiente para que fuera arrestado debido a que
cometió un delito que se persigue "de oficio" (sin necesidad de
denuncia previa) por homicidio y lesiones.
El jueves último, elementos de la Fiscalía General
arrestaron a tres funcionarios de la estación migratoria:
Eduardo Apodaca, jefe de Recursos Materiales, Juan Carlos Meza,
coordinador del Grupo Beta de Protección a Migrantes y la agente
Cecilia Rivera.