Este es el llamamiento lanzado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, según el cual "el derecho a la vida y la prohibición de repatriación no pueden ser objeto de renuncia, ni siquiera en tales circunstancias".
Turk, dice el sitio web de la ONU, "instó al gobierno italiano a abandonar la nueva y dura ley adoptada a principios de este año que limita las operaciones de búsqueda y rescate de civiles y a abstenerse de criminalizar a los involucrados en la prestación de asistencia para salvar vidas".
"Estamos presenciando, afirmó Turk, un fuerte aumento en el número de personas desesperadas que arriesgan sus vidas tratando de cruzar el Mediterráneo. No podemos darnos el lujo de empantanarnos en un nuevo debate sobre responsabilidades. Hay vidas en juego".
De acuerdo al funcionario de la ONU, "la experiencia nos enseña que tomar una línea más dura para frenar la migración irregular no impedirá las salidas, sino que provocará más sufrimiento humano y muertes en el mar".
Sería mucho más inteligente, consideró, que los países ofrecieran "seguridad y rutas regulares de migración para evitar muertes innecesarias".
Turk también elogió "los esfuerzos de la guardia costera italiana, que ha salvado a unas 2.000 personas desde el viernes". Italia informa que alrededor de 31.300 inmigrantes han llegado al país este año, en comparación con unos 7.900 que lo hicieron en el mismo período del año pasado.
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