(ANSA) - BOGOTA 14 ABR - El paso de los migrantes por la
frontera entre Colombia y Panamá, a la altura del peligroso
Tapón del Darién, se incrementó seis veces en los primeros tres
meses de este año, alertaron este viernes la Agencia de la ONU
para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para
las Migraciones (OIM).
De acuerdo con informaciones de las autoridades panameñas,
recogidas por ACNUR y OIM, unas 100 mil personas han atravesado
en lo que va de este año ese espesa y peligrosa selva en su
camino hacia el norte del continente.
"Las autoridades estiman que, de continuar la tendencia, el
año 2023 podría cerrar con el cruce de más de 400.000 personas",
afirmaron hoy las dos organizaciones humanitarias en un
comunicado conjunto, fechado en Ciudad de Panamá.
En 2022 la cifra de migrantes que atravesó ese paso
limítrofe fue récord, con 250 mil personas.
"Es urgente trabajar en una solución regional basada en la
protección, para responder a esta crisis humanitaria sin
precedentes en las Américas", reclamó este viernes Philippa
Candler, representante de la Oficina Multipaís del ACNUR en
Panamá, quien recalcó de los peligros y la violencia a la que se
exponen los migrantes que toman la ruta del Darién.
Mientras que Giuseppe Loprete, jefe del Centro
Administrativo Global y Misión OIM Panamá, aseguró que la
preocupación latente de las autoridades y de los organismos de
derechos humanos es por las personas que están planeando
atravesar esa inhóspita frontera, sin conocer los "peligros
asociados".
El Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, precisó
que en los primeros tres meses la afluencia de migrantes
mayoritariamente se dividió entre ciudadanos de Venezuela
(30.250), Haití (23.640), Ecuador (14.327), China (3,855) e
India (2,543).
También se sumaron los hijos de haitianos nacidos en Chile
(2.499) y Brasil (2.072), entre otros.
La situación por el flujo de migrantes por el Tapón del
Darién es tan crítica, que este semana los cancilleres de
Colombia, Alvaro Leyva, y de Panamá, Janaina Tewaney, se
reunieron con el secretario del Departamento de Seguridad
Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, para buscar
salidas a la crisis.
Las tres naciones acordaron una estrategia común de combate
contra las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de
personas, prometieron establecer nuevas "vías legales y
flexibles" para reducir la migración ilegal y un trabajo mutuo
para atacar la pobreza y ofrecer mejores condiciones de vida a
las poblaciones fronterizas.
Hace dos días, la Defensoras del Pueblo de ambas naciones
emitieron por primera vez una "alerta temprana binacional", en
la que advirtieron que los migrantes que pasan esa frontera son
altamente vulnerables y objeto de todo tipo de violencias.
Ambos despachos recopilaron información durante los últimos
ocho meses sobre vejámenes a los migrantes, entre ellos
violencia sexual, desaparición forzada, homicidios, extorsión,
hurto, reclutamiento forzado de menores y tráfico de migrantes
cometidos por organizaciones criminales ubicadas en ese paso
fronterizo. (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA