Jornaleros internos afrontan duras condiciones

Procedentes de estados pobres, sufren violencia y enfermedades

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 27 MAR - Organizaciones de derechos humanos denunciaron que miles de jornaleros agrícolas de los estados pobres del sur y sureste de México enfrentan duras condiciones y riesgos por la violencia en los fértiles campos agrícolas de los estados del norte en los que trabajan durante meses.
    Contratados para las temporadas de siembra y cosecha, muchos de los trabajadores son niños, los cuales inclusive llegan a ser asesinados o a morir por enfermedades, o por las condiciones de hacinamiento y mala alimentación que sufren en los lugares donde son empleados.
    En febrero pasado, dos niños de Santa María Tonayán, municipio de Tlapa, en el estado sureño de Guerrero, fallecieron de desnutrición en las insalubres galeras donde vivían con sus padres, llamadas "cuarterías, cerca de los campos de labranza, en las cercanías de la ciudad de Mazatlán, estado norteño de Sinaloa.
    El Centro de Derechos humanos de la Montaña Tlachinollan indicó que seis trabajadores fueron asesinados en distintos episodios en Sinaloa y en el estado de Baja California, frontera con Estados Unidos, en 2022, al quedar atrapados en situaciones de violencia criminal, sin que los hechos hayan sido aclarados.
    Sólo en Guerrero, cada año emigran 30.000 pobladores de 19 municipios de la región de la Montaña Alta de Guerrero, entre septiembre y mayo de cada año.
    Muchos de los pobladores suelen también emigrar por la violencia que azota a esa región de Guerrero y trasladarse a diversos estados donde son requeridos sus servicios en trabajos agrícolas.
    Un estudio elaborado por Abbdel Camargo Martínez, de El Colegio de la Frontera Sur y Anna Mary Garrapa, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se describe en blanco sobre negro las difíciles condiciones de migrantes internos en el país.
    El relevamiento hace notar que, en las últimas décadas, el noroeste del primer país y el suroeste del segundo "han intensificado los intercambios comerciales a partir del impulso de una agricultura intensiva orientada a cubrir las necesidades de consumo de alimentos frescos de los países pertenecientes al llamado norte global". (ANSA).