(ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 15 MAR - En Chile, en los últimos
dos años, los campamentos (villas miserias o favelas) aumentaron
en 33,1%, alcanzando la cifra histórica de 1.290 unidades donde
viven 113.887 familias, según un el catastro 2022-2023 de la
organización Techo.
El anterior estudio 2020-2021 arrojaba 81.643 familias en
969 campamentos, el aumento es de un 39,49% en la cantidad de
familias y un 33,13% en el número de campamentos.
El crecimiento de campamentos y familias ha sido sostenido
durante la última década, aunque hubo un quiebre a partir de
2019, "cuando se registró un aumento sin precedentes".
El organismo añadió que la cantidad de familias en
asentamientos ha aumentado en un 142,06% entre 2019 y 2022-2023.
"Si bien este incremento puede estar asociado en parte a los
efectos económicos de la crisis social y la posterior pandemia,
debemos considerarlo como un síntoma de una profunda crisis en
el acceso a la vivienda", apuntó Techo.
A diferencia de hace unos años, los campamentos son cada vez
más grandes en cuanto al número de familias. "Esto conlleva una
mayor densidad, mayor necesidad por servicios públicos y
equipamientos, lo que aumenta la complejidad de la planificación
urbana que pudiera llegar a darse en el territorio".
El promedio de familias por campamento es de 88,3, pero en
las regiones del extremo norte de Arica y Parinacota puede
llegar a 264,5, pasando por 193,1 familias en la también región
nortina de Tarapacá, ambas con una grave crisis migratoria. En
la región Metropolitana es similar la tendencia, con 121,9
familias por campamento.
En el centro sur del país, el promedio se reduce con 19,2
familias por campamento en la región del Maule, seguido por 26,2
familias en la región del Ñuble.
El catastro detectó también que existen 39.567 familias
inmigrantes viviendo en campamentos, lo que corresponde a un
34,7% del total de hogares en estos asentamientos e implica un
aumento neto de 14.603 hogares desde el catastro 2020-2021.
En cuanto a los motivos por los cuales las familias llegaron
a los campamentos, más de la mitad de las familias se vio
afectada por el alto costo de los arriendos (74,8%), la
necesidad de independencia (73,6%) y los bajos ingresos (72,5%).
Pía Palacios, directora del Centro de Estudios de
Techo-Chile, comentó que los resultados del catastro representan
un gran desafío las políticas públicas en materia habitacional y
urbana. "El aumento de los hogares en campamentos es una forma
más de la exclusión habitacional que se vive en el país dado el
aumento de costo de la vivienda", llamó la atención.
El capellán de la organización, el sacerdote jesuita Héctor
Guarda, sostuvo que "es urgente la implementación de una
política pública permanente que aborde no solo la escasez de
viviendas, sino también las causas económicas, políticas y
sociales que han provocado el explosivo aumento de hogares
viviendo en situación de exclusión socio-habitacional, y en este
caso particular, en los campamentos".
"Ese debe ser un compromiso de largo plazo, un compromiso de
Estado, independiente del gobierno de turno", abogó. (ANSA).
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