Sequía en tiempos del cambio climático

Grandes incendios y escasez de agua son secuelas

(ANSA) - BUENOS AIRES 12 MAR - Prolongados incendios forestales, bajas en los suministros en la agricultura y en el abastecimiento a ciudades y localidades son dos grandes ejemplos en Cuba de que el agua no está cayendo del cielo como es habitual a causa del peligroso cambio climático, afirman estudios especializados.
    Un gran fuego en el este del país que llegó a amenazar antes de su extinción hace apenas horas con la ayuda de aviones a zonas limítrofes de la segunda mayor ciudad cubana, Santiago de Cuba, a unos 900 kilómetros de La Habana, y otro casi mil kilómetros al oeste del primero, en Pinar del Río, que aún arde tienen entre sus causas la sequía.
    Un informe este fin de semana del Instituto de Meteorología nacional divulgó que en febrero último, el 94 % de todo el territorio nacional tuvo un déficit en los acumulados de las lluvias por la influencia perniciosa del cambio climático.
    Los estudios indican que la cifra ascendió gradualmente durante el transcurso del actual periodo poco lluvioso.
    De ese porcentaje, el 50 % del déficit fue de severo a extremo, el 27 % moderado y el 17 % débil.
    El instituto estatal agregó que las mayores áreas afectadas por déficits de lluvia moderados a extremos se aprecian en la región occidental y el extremo más oriental del territorio nacional.
    Entre las provincias con más impactos de la sequía estuvo La Habana, capital del país de alrededor de dos millones de habitantes y Santiago de Cuba en el oriente.
    De los 168 municipios del país, 145 presentaron déficits de moderados a extremos en más del 25 % de sus áreas. De ellos, 130 con más del 50 %, 112 con más del 75 % y 58 con el 100 % de sus áreas afectadas.
    La sequía, cuya expansión es evidente, es un fenómeno agravado por el cambio climático, afirman con cada vez más convencimiento los científicos.
    Se estiman como muy peligrosas las secuelas de la transformación violenta del clima en Cuba.
    Entre sus consecuencias están la subida gradual del nivel medio del mar probablemente hasta 29 centímetros hasta 2050 con un avance del agua del mar tierra adentro, contaminando los pozos de agua dulce.
    También se pronostica un deterioro del agua por disminución de la estabilidad del cloro al elevarse su temperatura e incluso la desaparición de tramos de las costas.
    Otro resultado temible será la desaparición de especies animales por aumentos de la temperatura del mar y el daño a la fisiología de las especies coralinas.
    Sobre la escasez de agua, que según se vaticina debe mantenerse de la manera severa actual hasta mayo, las autoridades han divulgado inversiones para nuevas fuentes de abasto que garanticen un abaStecimiento más amplio a la población.
    Por el momento la situación actual exíge entre otros medios técnicos la distribución en las zonas más secas de agua con vehículos cisternas como solución más viables, aunque no la única.
    Sobre la respuesta en cuestión actual al fenómeno, un periódico del centro nacional, Escambray, consideró que "el agua, por ahora, no caerá del cielo".
    Y deseó que "llegue a más personas la que hoy se encuentra disponible, respuesta que está en las manos de quienes son responsables de administrarla con honestidad e inteligencia".
    (ANSA).