(ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 09 MAR - Multitudinarias marchas
a lo largo de Chile se efectuaron el miércoles en conmemoración
del Día Internacional de la Mujer reivindicando demandas
políticas y en rechazo de la violencia patriarcal y los
femicidios.
En Santiago, las manifestantes, entre ellas la ministra de
la Mujer Antonia Orellana y la senadora Fabiola Campillai -ciega
por el impacto de una bomba lacrimógena policial durante la
revuelta de 2019-, desfilaron por la céntrica Alameda. Desde la
Plaza Dignidad, cruzando frente al palacio de La Moneda, sede
del gobierno, llegaron hasta el sector de la estación del Metro
Los Héroes (20 cuadras), donde realizaron un acto cultural.
Con pancartas, aludían principalmente a la violencia que
sufren las mujeres y exigieron justicia para las víctimas. Los
colores morado feminista y el verde -a favor de la ley de
aborto- predominaron entre las asistentes que bailaban, cantaban
y coreaban consignas.
La general de policía Marcela González Casas Cordero, jefa
de servicios 8M de Carabineros, indicó que se desplegaron más de
1.600 funcionarios y funcionarias policiales para resguardar la
seguridad de las manifestantes y los ciudadanos.
Manifestaciones similares se registraron en el balneario de
Viña del Mar, en la costa central chilena, y en las sureñas
ciudades de Concepción, Temuco y Puerto Montt, entre otras.
La vocera de la Coordinadora Feminista 8 de Marzo, Alondra
Carrillo, organizadora de las manifestaciones en la capital
chilena, dijo que este 8 de marzo está atravesado por los 50
años del golpe de Estado cívico militar que encabezó el general
Augusto Pinochet en 1973.
Según Carrillo, esa coincidencia "nos llama tanto a recordar
las memorias de resistencias de las mujeres en la dictadura
cívico-militar como a visualizar los efectos de la dictadura que
persisten hasta el día de hoy en el ordenamiento institucional,
cultural, político y económico de nuestro país".
En declaraciones a la radio de la Universidad de Chile, la
dirigenta dijo que el otro énfasis de la jornada estuvo "en la
precarización de la vida y el llamado a organizarnos contra esa
precarización creciente de las condiciones de vida que más
fuertemente impacta a las mujeres, diversidades y disidencias de
los sectores populares en nuestro país".
Carrillo denunció "el carácter excluyente y antidemocrático
con que ha sido pactado el nuevo proceso constituyente y la
reafirmación de nuestras demandas y de nuestra propia voz en el
contexto de esta discusión". (ANSA).
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