Giorgia Meloni prepara un gesto "simbólico"

(ANSA) - ROMA 8 MAR - Lleva todo el gobierno de visita a Cutro. Para terminar con las polémicas y dar una señal "concreta" de que para el ejecutivo es una prioridad, un deber "moral", el de evitar otras tragedias en el mar como la de diez días atrás antes las costas calabresas.
    Giorgia Meloni eligió "poner la cara" y prepara un gesto "simbólico" para rendir homenaje a las más de 70 víctimas del naufragio, y apunta a ejercer más presión sobre los "traficantes".
    Mientras, en paralelo lleva adelante el partido con Europa, sobre la cual hoy parece poder contar con un aliado inédito, el holandés Mark Rutte, que se dijo listo para actuar en "tándem" con la colega italiana, y preparar además un viaje a Africa juntos.
    Pero es en Roma, antes que en Bruselas, que se engrosan las potenciales insidias. La premier debe tener en cuenta el mal humor de la Liga, que desde hace días no renuncia a lo que para Fratelli d'Italia no son más que provocaciones, a partir del pressing a las propuestas de restablecimiento de los decretos sobre seguridad firmados por Salvini en la época del gobierno amarillo-verde (y ya dos veces, se hizo notar, bochados en el Colle).
    Por la mañana el desafío se hizo explícito, con el jefe del grupo de la Liga, Riccardo Molinari, que citó a reunión a Fratelli d'Italia en comisión. "Veremos -dice claramente- si FDI los votará o no". Pero no es este el tiempo, y aquellos decretos son hijos de otra estación, el razonamiento que hace el partido de la premier que, de hecho, abogó para sí la gestión del dosier inmigración.
    Meloni querría tener las cartas boca abajo hasta el CDM, que tendrá lugar a mediados de la tarde en la ciudad de Crotone, precedido por una vigilia de polémicas acerca del traslado de los restos mortales.
    Destaca ahora el efecto sorpresa, tanto de no prever inicialmente hacer pasar el nuevo decreto -o más medidas, todavía está en discusión- de la reunión preparatoria del pre consejo.
    Una decisión que no sería del agrado a la Liga -no podemos, el razonamiento, llegar al CDM sin haber visto los textos. Tanto es que la reunión de los técnicos es un tobogán, dejando alguna otra en las oficinas para afinar las medidas. Que observarán además la recepción, con intervenciones en los centros, pero también con una ampliación de los flujos y una "fuerte" simplificación de los procedimientos para quien pide ingresar en forma regular a Italia.
    La elección del gobierno, el más derechista de la historia de Italia, podría descolocar al PD, que, entre tanto, subscribe el proyecto de ley de iniciativa popular -en una primera firma de Riccardo Magi- para pedir superar la ley Bossi-Fini y extender la posibilidad de permisos de estadía.
    Exactamente, lo contrario a lo que desea la Liga que, como hace Matteo Salvini, se casa con la filosofía de Rishi Sunak y relanza en las redes sociales las políticas migratorias del primer ministro inglés que apuntan, en particular, a no conceder asilo a quien tenga un ingreso irregular en el Reino Unido.
    En Palacio Chigi no preocupa, por el momento, la tensión que se elevó en el Parlamento. Las relaciones entre Salvini y Meloni, están en línea, son "óptimas" y "concretas". La premier está convencida de ganar sobre el aliado que nunca digirió la administración extraordinaria de "su" ministro del Interior, Matteo Piantedosi. (ANSA).