(ANSA) - ROMA, 01 MAR - El gobierno protestó por el
otorgamiento de asilo en Estados Unidos a un piloto cubano que
desvío hacia ese país un avión estatal de fumigación en octubre
del año pasado, y calificó la acción como de "piratería aérea".
La prensa oficial reveló que el pasado día 27 el
viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de
Cossío, "convocó a la Cancillería al Encargado de Negocios de
los Estados Unidos, Benjamin Ziff, para trasladar formalmente la
enérgica protesta de Cuba por el otorgamiento de asilo político
a Rubén Martínez Machado" el piloto. Calificó a Martínez
Machado como "autor del secuestro de una aeronave civil cubana
el pasado 21 de octubre de 2022".
El gobierno cubano subrayó que "los actos de piratería aérea
constituyen delitos tipificados en varios convenios
internacionales ratificados por Cuba y los Estados Unidos".
Agregó que "este hecho representa una violación del espacio
aéreo, de la seguridad operacional y de las regulaciones
aeronáuticas cubanas en correspondencia con lo estipulado en los
Anexos del Convenio sobre Aviación Civil Internacional (Convenio
de Chicago), y que la impunidad sobre acciones de esta
naturaleza constituyen un precedente negativo y peligroso".
Expuso además que "otorgar asilo político a quien cometió el
secuestro de una aeronave con fines de emigrar constituye,
además, una violación de lo consignado en la Declaración
Conjunta en materia migratoria suscrita por ambos países el 12
de enero de 2017.
Recordó que ese documento establece la obligación de las
partes a "desalentar resueltamente los actos ilícitos vinculados
con la migración irregular, promover la cooperación bilateral
eficaz para prevenir, y procesar el tráfico de personas, así
como los delitos asociados a los movimientos migratorios, que
ponen en peligro su seguridad nacional, incluyendo el secuestro
de aeronaves y embarcaciones".
El viceministro De Cossio afirmó que "la historia de la
piratería aérea alentada y tolerada por los Estados Unidos con
fines de desestabilización y hostilidad política contra Cuba
tiene una trayectoria conocida y de consecuencias muy negativas
y sensibles".
Ello, estimó, "debería servir de enseñanza para que el
gobierno estadounidense asuma una conducta responsable ante
hechos de tanta gravedad".
Acusó al gobierno y al sistema judicial estadounidense de
tomar una decisión que "los convierte, en la práctica, en
cómplices y estimuladores de la piratería y el secuestro aéreo,
delitos que, de tolerarse y protegerse, podrían estimular actos
ilícitos similares con repercusiones negativas para la seguridad
nacional de ambos países". (ANSA).
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