El número de muertos del naufragio de un barco con migrantes frente a las costas de la ciudad italiana de Cutro, en la región de Calabria, subió a 64 tras el hallazgo este martes de un hombre adulto.
Los equipos de rescate encontraron el lunes al menos tres cuerpos durante los trabajos. Uno fue recuperado por una lancha patrullera de la Guardia Costera a unos 400 metros de la costa.
Y un hombre que estaba hospitalizado en estado grave en Crotone murió ayer por las heridas sufridas en el naufragio.
"Cuando llegamos al lugar, vimos cadáveres flotando por todos lados y pudimos socorrer a dos hombres que mantenían a flote a un niño, pero el niño estaba muerto" dijo Laura de Paoli, una médica que fue la primera en llegar a asistir a los sobrevivientes del naufragio.
Decenas de sobrevivientes del hundimiento estimaron que la embarcación tenía entre 180 y 250 personas a bordo.
Las autoridades locales afirman que pueden haber muerto hasta 100 personas. Entre las víctimas hay varias mujeres y niños, incluidos un par de mellizos y un bebé. Los inmigrantes a bordo eran de Irak, Irán, Afganistán y Siria.
La embarcación no pudo resistir la fuerza del mar, que estaba embravecido en el momento del hundimiento, y se partió por la mitad a pocos metros de la orilla.
Según fuentes judiciales, hay al menos tres personas detenidas por el naufragio. Una de nacionalidad turca y otras dos, todos sospechosos de haber estado a cargo de la embarcación.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informa que al menos 26.000 personas han muerto en naufragios en la última década y más de 220 en lo que va del año.
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, pidió "un fuerte compromiso de la comunidad internacional para remover las causas de los flujos de migrantes", entre las que enumeró "guerras, persecuciones, terrorismo, pobreza, territorios azotados por el cambio climático".
Por su parte, la premier Giorgia Meloni expresó su "profundo dolor por las numerosas vidas humanas truncadas por los traficantes de seres humanos", y arremetió contra quienes "especulan con estos muertos tras haber exaltado la ilusión de una inmigración sin reglas".
Meloni reafirmó que su gobierno "se compromete a impedir las salidas y con ellas la existencia de estas tragedias y lo seguirá haciendo, en primer lugar exigiendo la máxima colaboración a los Estados de partida y de origen".
"Es criminal meter en el mar un barco de apenas 20 metros de eslora a hasta 200 personas a bordo y con malas previsiones meteorológicas", prosiguió la premier italiana, que también subrayó lo "inhumano de cambiar la vida de hombres, mujeres y niños por el precio del 'boleto' que ellos pagaron bajo la falsa perspectiva de un viaje seguro".
"El enésimo terrible naufragio en el Mediterráneo provocó la muerte de decenas de personas que buscaban un futuro mejor para ellos y sus hijos. Mientras los grupos criminales controlen la ruta migratoria, seguirán muriendo personas. Rutas legales para migrantes y refugiados", declaró António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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