Nieta abuela Plaza de Mayo cuenta su historia

Claudia Victoria Poblete, en Madrid

(ANSA) - MADRID 17 FEB - Una "niña robada" en la última dictadura argentina cuenta su historia en primera persona sobre escenarios de Europa en formato de obra documental, lo que le permitió descubrir "lo catártico que puede ser el teatro", dice en entrevista a ANSA.
    Ella es Claudia Victoria Poblete Hlackzic (Buenos Aires, 1978), Mercedes Landa hasta los 22 años, cuando en 2001 descubrió que era nieta de una abuela de la Plaza de Mayo, que sus padres biológicos habían sido torturados y asesinados y que su identidad como hija de militar era una falsa.
    Sus apropiadores fueron juzgados y condenados y su caso abrió la puerta a otros juicios a mandos militares.
    A esta ingeniera de sistemas, madre de dos hijos, que nunca había subido un escenario, muy tímida y a la que le costaba hablar en público, la compañía catalana La Conquesta del Pol Sud, de Carles Fernández Giua y Eugenio Szwarcer, le propuso hacerlo "con mis palabras. Elegí yo cómo quería contar mi historia", dice.
    La compañía había llevado antes a escena "Nadia", sobre una mujer de Afganistán herida por la guerra con Rusia, también protagonizada por el personaje real.
    "Claudia", en la que su testimonio se mezcla con imágenes proyectadas, se estrenó en 2016 en Barcelona, tras lo que se representó en Bélgica y Países Bajos, y esta semana llegó a Madrid.
    "Poder contar mi vida fue un trabajo duro, para mí que no soy actriz", cuenta Claudia al hablar sobre su descubrimiento de "lo catártico que puede ser el teatro".
    Además, le encontró "una vuelta poética, artística. Pude vivirlo desde otro lugar. Le encontré hasta la belleza en situaciones que para mi fueron muy tristes y dolorosas. Y pude conectar con recuerdos de infancia con aspectos de mi vida actual que vi que estaban conectadas. Durante mucho tiempo no supe quién era, pero el germen estaba ahí. Ha sido un proceso de sanación personal".
    Recuperar la verdad "me permitió poder plantarme ante la vida de otra manera", subraya.
    Le gustaría que su obra llevara a una "reflexión sobre el hecho de que el respeto por la identidad nos permite formar sociedades sanas".
    Este delito, apunta, "tiene la cualidad de que se transmite de generación en generación hasta que no se sepa la verdad".
    Argentina "se enfrentó a mirar el pasado, pero lo tenemos que seguir haciendo. No es algo que se hace una vez y ya está, es un trabajo constante para que funcione. No podemos distraernos, tenemos que seguir sosteniéndolo y transmitiéndolo a las nuevas generaciones".
    Sus apropiadores fueron juzgados y condenados y su caso abrió la puerta a otros juicios a mandos militares.
    "Todavía quedan muchos juicios que se están realizando" y "todavía se encuentran nietos", apunta.
    Faltan "más de 300 nietos por encontrar por las Abuelas de la Plaza de Mayo. Son personas que pueden estar en cualquier parte del mundo, de unos 40 o 45 años". (ANSA).