Ucrania denunció otro ataque a gran escala realizado por Rusia en la madrugada de hoy contra ciudades del norte y oeste del país, informa en una nota la Aeronáutica, que precisa que se trata del bombardeo masivo número 15 desde el inicio de la guerra, que volvió a centrarse en "infraestructuras críticas", como centrales eléctricas y plantas de agua potable.
De los 34 misiles lanzados, 16 fueron derribados por las fuerzas armadas y destruidos en el aire. Ocho de los misiles de crucero Kalibr fueron lanzados desde una fragata en el Mar Negro, 12 misiles de crucero X-101/X-555 fueron lanzados desde dos bombarderos estratégicos TU-95 del Mar Caspio, 12 misiles de crucero X-22 fueron lanzados por seis TU.
Se enviaron 22 bombarderos de largo alcance y dos misiles guiados X-59 desde dos jets tácticos SU-35 desde el área ocupada de Melitopol en la región de Zaporiyia. El jefe de la oficina presidencial, Andriy Yermak, confirmó el ataque ruso y dijo que las regiones más afectadas fueron Dnipropetrovsk y Kirovohrad.
Además, informó que Moscú volvió a utilizar drones, pero que la mayoría de ellos fueron derribados.
El periódico Kyiv Independent informó que otro ataque ruso, realizado el miércoles en la ciudad de Pokrovsk, en la región de Donetsk, dejó tres muertos y 11 heridos. En total, cuatro edificios residenciales y una escuela resultaron dañados por disparos.
El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, calificó de "inaceptables" los nuevos ataques rusos contra Ucrania. "Atacar a civiles significa atacar a un pueblo más que a su gobierno. Por eso seguiremos apoyando a Ucrania y creemos que se debe lograr la paz sin que esto signifique la destrucción de Ucrania", dijo Tajani.
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