(ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 08 FEB - Las pérdidas económicas
por la ola de mega incendios que afectan a la zona centro sur de
Chile superan los 278 millones de dólares.
Los expertos consideraron un costo fiscal de 218 millones de
dólares a los cuales añaden otros 60 millones para reconstruir
1.159 viviendas destruidas por las llamas, según estimaciones de
economistas citados por el diario El Mercurio.
La ola de incendios forestales que desde el viernes está
quemando el sur de Chile es la segunda más catastrófica en la
historia del país, después del mega-incendio de la temporada
2016-2017.
La sucesión de seis días del fuego, que aún no se detiene,
ya provocó la muerte de 24 personas, otros desaparecidos, 3.276
damnificados y 312.000 hectáreas quemadas. El número de muertes
es casi el doble que el observado en 2017.
A las derivaciones negativas de esta ola de incendios se
sumó la mala calidad del aire evidenciada por una nube tóxica
que cubre varias ciudades. Las emanaciones de humo han llegado
incluso a Santiago, la capital chilena.
En tanto, el avión estadounidense Ten Tanker traído para
colaborar en la extinción de incendios, sufrió problemas
mecánicos que detuvieron su trabajo por lo menos hasta el sábado
próximo.
El subsecretario del interior, Manuel Monsalve, confirmó que
el enorme avión "ha sufrido un desperfecto en una válvula.
Tiene una fisura".
"Ya está viajando el mecánico y el repuesto para reparar el
Ten Tanker", explicó.
El lunes y martes pasado la aeronave sobrevoló numerosas
comunas, entre éstas Purén y Nacimiento, las más afectadas por
las llamas.
Monsalve detalló que "el trabajo de las aeronaves y de las
personas en estas situaciones es muy intenso, y por lo tanto, es
esperable que pudiera eventualmente tener alguna algún
desperfecto técnico. Se han tomado las medidas para enfrentarlo
de manera oportuna".
Por su parte Christian Little, director de la estatal
Corporación Nacional Forestal, Conaf, indicó que al combate de
incendios se incorporará otra gran aeronave "que viene gracias a
una donación que tuvimos" de un grupo económico local.
Mientras, un piloto español miembro de las brigadas
especializadas enviadas desde diversos países para combatir los
incendios, calificó de incomprensible la actitud de un
particular en Yumbel quien se negó a entregar agua de su piscina
para llenar los estanques de las aeronaves.
Felipe Bru aseveró que negar el agua "es incívico, muy feo
cuando hay gente que ha perdido su casa o está a punto de
perderla".
Tras esta situación, el general Jorge Salinas, jefe de la
defensa de Ñuble, dictó un bando que dispone "la utilización de
las aguas superficiales de la región, ya sea que se trate de
mar, ríos, lagos, lagunas, tranques u otros".
"Los propietarios de los predios ribereños a esas fuentes
hídricas deberán otorgar las facilidades de acceso a las mismas
sin retrasar las labores de los brigadistas o medios que lo
requieran", indicó el bando militar.
El ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, designado
como enlace presidencial en esa región, lamentó la actitud de
estos privados.
"Esta es una responsabilidad del país. Ha habido una
colaboración muy grande de todos los actores, pero todavía
tenemos personas inescrupulosas que no solo debemos sancionar
moralmente, sino con todas las herramientas que nos permita la
ley", dijo a radio Cooperativa. (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA