"Debemos y podemos convivir con los terremotos"

Lo explica el presidente del INGV

Otra vez volvió a verse el derrumbe de edificios en las zonas afectadas.  (foto: ANSA)
Otra vez volvió a verse el derrumbe de edificios en las zonas afectadas. (foto: ANSA)

(ANSA) - ROMA 8 FEB - Construir según nuevos criterios antisísmicos, para salvar viviendas junto con vidas humanas: esta debe ser la nueva regla para aprender a convivir con los terremotos sin tener que sufrir daños devastadores, dice a ANSA el presidente del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, (Ingv), Carlo Doglioni.
    "El objetivo -observa- debe ser construir edificios capaces de resistir sacudidas".
    En este último terremoto entre Turquía y Siria volvió a verse edificios desmoronándose como castillos de arena, imágenes que se repiten como una lección conocida por todos pero olvidada con demasiada facilidad.
    Las imágenes de la destrucción provocada por el movimiento de tierra llegan desde el sur de Turquía, zona donde el programa de edificaciones antisísmicas puesto en marcha en el país aún está lejos de implementarse.
    "Es un programa que actualmente concierne a las ciudades más grandes y en el que Turquía está invirtiendo mucho", observa Doglioni.
    Se inspira en nuevos criterios: "a diferencia de otras naciones, se decidió no calcular la probabilidad de los eventos, sino determinar la magnitud máxima y la sacudida máxima, tanto horizontal como verticalmente, para construir edificios que resistan".
    Es un programa ambicioso que requiere mucho tiempo: "necesita décadas para implementarse". Es como si en Italia se decidiera reconstruir todos los condominios: un siglo no sería suficiente".
    Para el presidente del Ingv, la idea detrás de un programa similar es interesante: "que podemos y debemos convivir con los terremotos".
    Hoy "en Italia, las normas de construcción contemplan la protección de la vida como el primer objetivo de la construcción residencial. Sin embargo, sería recomendable pensar en salvar los hogares y con ellos la libertad personal que inevitablemente fracasa cuando uno se encuentra desplazado. También deberíamos optar por salvar las raíces culturales y el tejido socioeconómico".
    Es un criterio de construcción antisísmica que, según Doglioni, también debería adoptarse en Italia, donde cada siglo se registran unos 20 terremotos destructivos.
    "En Italia deberían cambiar las normas técnicas de construcción, pero este es un discurso político y económico. Y, sin embargo, concluye, construir nuevas casas capaces de resistir eventos fuertes podría tener un aumento de costos muy limitado". (ANSA).