Lula y su esposa, Rosangela Janja Silva, junto a sus dos perras, se instalaron en la Alvorada, ubicado en la zona este de Brasilia, tras permanecer alojados en un hotel del centro de la ciudad desde el 1 de enero.
El mandatario llegó a Alvorada el lunes por la noche tras una serie de actividades realizadas en Río de Janeiro.
Luego de asumir, y tras una inspección del Palacio, Lula denunció la existencia de filtraciones en los techos, ventanales con rajaduras, obras de arte descuidadas y hasta la falta de camas en algunos dormitorios.
El presidente acusó a su predecesor, Jair Bolsonaro, por la "falta de cuidado" del predio diseñado por el arquitecto Oscar Niemeyer.
Lula recordó lo sucedido en enero de 2003 cuando al llegar por primera vez a Alvorada todo "estaba en orden" gracias a los cuidados del ex mandatario Fernando Henrique Cardoso, su predecesor.
La semana pasada Lula se comparó con los integrantes del movimiento de los sin techo.
"Yo en realidad soy un sin casa, un sin palacio, ustedes tendrían que ayudarme a reivindicar mi derecho" a tener un techo, comentó Lula en tono jocoso.
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