Los vientos de Santa Ana dan un breve respiro, pero la ira aumenta en Los Ángeles: con el aire cada vez más irrespirable, se ha declarado una emergencia sanitaria, mientras que los bomberos han hecho pequeños progresos para contener los riesgos de Eaton y Palisades que se verán frustrados en las próximas horas, cuando los meteorólogos predigan el regreso a la alerta roja.
Con la alcaldesa Karen Bass en desacuerdo con la jefa de bomberos Kristin Crawley sobre los recortes propuestos al presupuesto del departamento de bomberos hace meses, el gobernador de California Gavin Newsom invitó al presidente electo Donald Trump a visitar la metrópolis: "Basta de desinformación y manipulación política", dijo Newsom, a quien muchos demócratas ven como candidato para el próximo desafío presidencial en 2028.
Las grandes cuestiones políticas encuentran en los incendios un campo de pruebas. NPR entrevistó a inmigrantes ilegales que, armados con mangueras de jardín, baldes y "los valores de sus padres", intentaron salvar casas envueltas en llamas.
Los países de primera línea en la mira del juego de riesgo de Trump, México y Canadá, envían bomberos al rescate y un avión de extinción de incendios canadiense se ve obligado a aterrizar tras ser alcanzado por un dron. "Ayudamos no sólo porque somos generosos, sino porque ahí viven muchos mexicanos", dijo la presidenta Claudia Sheinbaum.
Muchas estrellas también saltaron al campo. Sharon Stone y Halle Berry donaron ropa y otros suministros. Después del millón de dólares de Jamie Lee Curtis, Paris Hilton, cuya mansión fue demolida, intervino con cien mil dólares y el compromiso de duplicar cada cien mil adicionales que ingresen a un fondo de su propia creación.
Disney ha prometido 15 millones de dólares, mientras que Paramount ha donado otro millón a organizaciones de ayuda, incluidos bomberos y la Cruz Roja. Mientras tanto, Angelina Jolie ha acogido a amigos desplazados en su casa, al igual que el duque y la duquesa de Sussex, Harry y Meghan, quienes ayer visitaron la cocina de campaña instalada por el chef José Andrés en Pasadena, en su finca de Mendocito, cerca de Santa Bárbara.
Mientras tanto, continúa la búsqueda de muertos, apoyada por perros rastreadores de cadáveres: las víctimas confirmadas son once, pero 13 personas están desaparecidas y las autoridades creen inevitable que el saldo aumente en las próximas horas.
A esto se suma la emergencia del humo que podría aumentar los niveles de mortalidad en una ciudad ya contaminada de Los Ángeles entre un 5 y un 15 por ciento (según Carlos Gold, experto de la Universidad de California en San Diego), con márgenes de riesgo particulares para las personas inmunodeprimidas, los ancianos y los niños.
La búsqueda de las causas continúa bajo el radar (no se han probado actos maliciosos pero tampoco se han descartado) y la deriva de responsabilidades.
"Cuando se apaguen los incendios, intentaremos entender qué funcionó y, sobre todo, qué no funcionó", dijo la alcaldesa Bass, la primera en sentarse en el banquillo de los acusados.
Una petición para su dimisión en change.org ha recogido hasta ahora decenas de miles de firmas mientras que entre las celebridades que protestan está Khloe Kardashian: "Alcaldesa Bass, es usted ridícula", protestó la influencer que abandonó hace unos días su villa junto a las hermanas del famoso reality show.
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