Stormy Daniels, nombre artístico de Stephanie Clifford, es la estrella porno centro de la condena a Donald Trump que, aunque sin ingresar a la la cárcel y sin pagar alguna multa, ingresará por segunda vez a la Casa Blanca pero con un expediente penal manchado.
El presidente electo fue condenado el pasado 30 de mayo por unanimidad de los 12 miembros del jurado de la Corte de Nueva York por el pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels a cambio de callar su relación.
Trump fue considerado culpable de todos los 34 cargos imputados contra él, detrás de los cuales existió un único fin: la conspiración para esconder noticias comprometedoras para su campaña presidencial de 2016, minando la integridad de las elecciones.
Clifford encontró a Trump en 2006 cuando el magnate neoyorquino, gigante del sector inmobiliario y estrella de la televisión con el programa The Apprentice, se había casado hacía poco tiempo con Melania y se convirtió en papá de Barron.
Entre los dos se inició una relación que avanzó por un tiempo. Trump le telefoneó en diversas ocasiones llamándola 'Honeybunch' y las promesas repetidas de hacerla aparecer en The Apprentice. Después de meses fue Clifford la que corto la relación al no responder más a sus llamados.
En 2016, luego de la candidatura de Trump a la Casa Blanca, la estrella porno buscó vender la historia de su relación a diferentes medios, inicialmente sin éxito.
Pero la publicación de las imágenes fuera del aire de Access Hollywood en las que el candidato presidencial describía su visión del sexo y las mujeres en lenguaje vulgar hizo que la historia fuera mucho más atractiva para los tabloides.
Y fue entonces que el ex abogado de Trump, Michael Cohen, propuso a Clifford los 130.000 dólares a cambio de su silencio que finalmente la mujer aceptó al firmar un acuerdo en el set de su última película como estrella porno.
El dinero fue pagado por el abogado y luego reembolsado como gastos legales ficticios, violando la ley sobre financiamientos electorales y, por consiguiente, la integridad dle voto. Entre las 34 acusaciones figuró el haber falsificado documentos contables de la su holding para ocultar los 130.000 dólares dados a la estrella porno.
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