Por Mónica Uriel - Al menos 158 personas murieron a causa de las torrenciales lluvias, que se cebaron con la región de Valencia, y que ya es uno de los desastres naturales más letales de España.
Todavía sigue habiendo "decenas y decenas de desaparecidos", dijo el ministro de Política Territorial, Angel Víctor Torres, al ofrecer la cifra provisional de fallecidos.
La búsqueda de desaparecidos confluye con la ayuda a habitantes de municipios que siguen incomunicados debido a que un centenar de carreteras siguen cortadas en la región de Valencia.
Localidades como Sedaví o Alfafar están incomunicadas dos días después de las lluvias del martes, algunas de ellas sin luz ni agua y sin haber recibido ayuda del exterior.
Hay vecinos "conviviendo con cadáveres en casa. Nos tienen olvidados", clamó el alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, que apuntó que "nos estamos organizando, pero se nos está acabando todo".
Ante la situación de emergencia, el ejército se incorporará mañana al operativo habilitado para reforzar las labores logísticas y de distribución de ayuda a la población afectada. El agua corriendo por calles, entrando en casas y desbordándose de los ríos dio paso hoy a un escenario de barro y rocas con vehículos amontonados y multitud de enseres y residuos esparcidos.
Tras el shock vivido ayer, los afectados se volcaron hoy en achicar agua de las casas, abrir y limpiar calles, y retirar vehículos y demás objetos.
Gestos de solidaridad se vieron por parte de numerosos ciudadanos de Valencia que se desplazaron a pie a las localidades afectadas del sur de la provincia para llevarles alimentos y agua, así como colaborar en las tareas de desescombro.
Frente a ellos, medio centenar de personas fueron detenidas tras saquear tiendas en centros comerciales. Mientras tanto, se sigue la búsqueda de los desaparecidos, sobre todo en garajes.
En uno de ellos de La Torre (Valencia) fueron encontrados los cadáveres de siete personas, entre ellos el de un policía local.
Al parecer intentaban sacar sus vehículos cuando comenzaron las fuertes lluvias.
Según las compañías aseguradoras, la catástrofe podría convertirse en el desastre natural más costoso de la historia del país, que hoy vivió el primero de los tres días de luto oficial decretados.
El gobierno apoyará "por tierra, mar y aire el tiempo que haga falta para encontrar a todas las personas desaparecidas", dijo hoy el premier, el socialista Pedro Sánchez, en Valencia.
El líder de la oposición, Alberto Nuñez Feijóo (Partido Popular - PP), también de visita en Valencia, reprochó a Sánchez no haberle informado "de nada" respecto a la tragedia y dijo que "en una emergencia nacional, además de humanidad se necesita colaboración".
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) envió una alerta roja el martes por la mañana, pero las alertas al conjunto de la población a través de mensajes de celular, que corresponde al gobierno regional de Valencia (en manos del Partido Popular), no llegaron hasta las 8 de la tarde locales, cuando la situación ya era trágica en las comarcas más afectadas.
La tardanza de esta alerta recibió críticas.
Una veintena de asociaciones de Valencia convocó a una manifestación en protesta por la gestión de la tragedia por parte del gobierno regional de Valencia para el 9 de noviembre.
El rey Felipe VI, que se desplazará a Valencia este fin de semana, lanzó un llamado a "permanecer unidos en el apoyo y la ayuda" a los afectados por el temporal".
El monarca reconoció la labor de los servicios de emergencias "en una operación sin precedentes, también en un desastre sin precedentes".
Un centenar de agentes de la Guardia Real se incorporará entre mañana y el viernes a las tareas de emergencia, informó el Palacio de La Zarzuela.
En el dispositivo participan un millar de militares de la Unidad Militar de Emergencias, a los que mañana se unirán otros 500, junto con 1.800 policías nacionales, y 750 agentes de la Guardia Civil.
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