Acería Azovstal sigue resistiendo feroz arremetida del invasor
17:36, 13 may•ROMA•Redacción ANSA
(ANSA) - ROMA, 13 MAG - La tenacidad de la resistencia
ucraniana contra los rusos también está dando sus frutos en el
frente nororiental y el ejército de Vladimir Putin, según
funcionarios occidentales y de Kiev, se está retirando de los
alrededores de Járkov, en lo que parece ser un nuevo revés de
los invasores.
El segundo, tras la renuncia a la conquista de la capital.
El ejército del Kremlin también está luchando en la ofensiva de
Donbás. Y a pesar de los constantes asaltos, no logra derribar
la acería de Azovstal, el último bastión de Mariupol.
La región de la segunda ciudad del país, Járkov, casi en la
frontera con Rusia, ha sido durante días escenario de una
contraofensiva de las fuerzas de defensa, que han conseguido
recuperar el control de varios pueblos.
Los éxitos ahora parecen consolidados, tanto que, según el
periódico estadounidense The New York Times, hay una retirada
real de los rusos de la zona. Para el grupo de expertos
estadounidense del Instituto para el Estudio de la Guerra, lo
que está sucediendo allí es "muy similar" a la contraofensiva
que expulsó a las tropas rusas de Kiev y del oeste de Ucrania.
Los analistas señalaron que las fuerzas ucranianas están
"obligando al comando ruso a tomar decisiones difíciles", es
decir, centrar sus bombardeos en las tropas de defensa en lugar
de las ciudades.
La retirada rusa de Járkov también parece estar confirmada
por las imágenes de satélite de Black Sky y de la Agencia
Espacial Europea, difundidas por CNN, que muestran la
destrucción de tres puentes. Uno de ellos en el río Siverskyi
Donets: infraestructura vital para la contraofensiva de Kiev y
para cortar las principales líneas de suministro rusas a la
ciudad de Izium, desde donde parten los ataques de las tropas
invasoras hacia el Donbás.
Los rusos que salen de Járkov estarían convergiendo
precisamente en el frente sureste, donde los ataques contra las
posiciones ucranianas siguen siendo cada vez más intensos.
Los principales objetivos en esta fase son reforzar el
control sobre Severodonetsk y acercarse a Kramatorsk, la
principal ciudad del Donbás aún en manos de los ucranianos.
En el Mar Negro, el Ejército de Putin sigue sin poder cerrar
el juego de Mariupol. El Estado Mayor de Kiev informó de
continuos ataques aéreos y de artillería contra la acería de
Azovstal, ahora sin civiles, y donde los combatientes del
Batallón Azov siguen resistiendo contra viento y marea.
Las incursiones rusas se llevan a cabo con "aviones
diseñados para alcanzar objetivos estratégicos" y "aumentarán en
un futuro próximo", estimó el ejército ucraniano. Un asesor del
alcalde dijo que las tropas rusas también podrían intentar
lanzar un asalto desde tierra mientras se continúa negociando,
con gran dificultad, para sacar al menos a los soldados heridos
de la planta.
En el área de Odesa, mientras tanto, la armada ucraniana
obtuvo un éxito importante después del hundimiento del buque
insignia Moskva. El barco de apoyo logístico ruso Vsevolod
Bobrov, cerca de la Isla de las Serpientes, fue alcanzado y
dañado, incendiándose.
Se trata de uno de los "buques más nuevos de la flota rusa",
dijeron las autoridades locales, que en los últimos días también
había anunciado la destrucción de una nave de desembarco clase
Serna.
Los éxitos de las fuerzas armadas ucranianas, sin embargo, en
Kiev se leen sin triunfalismo, porque se reconoce que Moscú no
aliviará la presión. El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov,
dijo que Rusia se vio "obligada a reducir el alcance de sus
objetivos".
Pero "en este contexto -advirtió- estamos entrando en una
nueva y larga fase de la guerra, y para ganarla debemos
planificar cuidadosamente los recursos".
Casi una admisión implícita de que Moscú apuesta
precisamente por la larga duración del conflicto, para hacer
prevalecer en el campo su, hasta ahora, sólo supuesta
superioridad. (ANSA).