Se trata de un drama, rodado en blanco y negro, con derivas de musical y ánimo feminista, escrito por la directora junto a Giulia Calenda y Furio Andreoti.
"Quería relatar la vida de aquellas mujeres que nadie jamás celebró, aquellas que, como si nada, recibían una bofetada en la cara de sus propios maridos y luego, como Cenicienta, volvían a trabajar", dijo Cortellesi.
Se trata, dijo, de "historias increíbles de abuelas y bisabuelas, que no eran consideradas, que nadie recuerda. Es cierto que estaba también la política italiana Nilde Jotti en aquella época, pero era una excepción, la mujeres, entonces, no contaban para nada. Un ejemplo: mi abuela ,cuando hablaba, decía cosas sensatas, pero luego remataba diciendo '¿Pero qué entiendo yo?'".
La película está ambientada en la Roma de la posguerra, en la que Delia (Cortellesi) es la madre de tres hijos y la esposa de Ivano (Mastandrea), un hombre de muy mal carácter, autoritario, alguien que la golpea (para él es normal). En la casa también vive el suegro, Ottorino (Giorgio Colangeli), el más machista de todos, capaz de dar consejos a su hijo, sobre todo uno: "No debes golpear a Delia tan a menudo, si no, se va a acostumbrar. Debes pegarle mucho más fuerte, sino raramente lo va a recordar".
Y luego está la amiga (Emanuela Fanelli), la única en quien Delia confía.
En el film, ambientado en la Roma de los años 40 y donde la violencia de Ivano sobre Delia está como coreografiada -de una bofetada o un intento de estrangulamiento puede partir un romántico baile-, una carta que recibe la mujer cambiará su vida. "El doble registro, tragicómico, nace del hecho que me pregunté hasta qué punto podíamos adentrarnos en la comicidad tratándose de violencia doméstica. Entonces preferimos hacerlos bailar y que a ella le desaparecieran los moretones recientemente sufridos. Nunca me gustaron las escenas violentas hiperrealistas que siempre está a caballo de una suerte de voyeurismo", señaló la realizadora.
Cortellesi sostuvo que su película es muy actual.
"Habla mucho del hoy. Estudiamos actos procesales recientes sobre violencia sobre mujeres y las dinámicas son las mismas de entonces. Asilar a la mujer, degradarla y luego usar la violencia. En síntesis, está claro que quisimos hablar de cosas que todavía están vivas hoy, como también la brecha económica entre hombre y mujer", dijo. Ante la pregunta de por qué el film está rodado en blanco y negro, dijo que el "forma parte de cómo imaginamos las historias del pasado que nos relataban".
"Ciertos personajes masculinos , de hecho, no cambiaron, son los mismos de entonces", subrayó.
Cortellesi dijo que le gustaría volver a estar detrás de cámaras, porque "fue bellísimo" y que si dependiera de ella ya estaría produciendo su tercera película.
Por último, dijo que tuvo en mente a la actriz Anna Magnani al pensar el personaje de Delia.
"Ciertamente, Magnani siempre estuvo en nuestros ojos, nos movíamos en un mundo, en una Roma, que podría ser la suya", afirmó.
La película, producida por Mario Gianani y Lorenzo Gangarossa para Wildside, sociedad del grupo Fremantle, y Vision Distribution, sociedad del grupo Sky, llegará a las salas comerciales italianas el 26 de octubre, distribuida por Vision Distribution, en 500 copias.
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