Muestra que es fusión de arte en París

Ministro Sangiuliano, Italia y Francia pilares de la cultura UE

Sergio Mattarella y Emmanuel Macron en el Louvre. Arte italiano que llega desde Nápoles a París (foto: ANSA)
Sergio Mattarella y Emmanuel Macron en el Louvre. Arte italiano que llega desde Nápoles a París (foto: ANSA)

(ANSA) - NAPOLES, Por Tullio Giannotti - Una operación sin precedentes, una fusión de obras maestras, un río de tesoros artísticos desemboca en París para la extraordinaria exposición "Nápoles en París", un evento que lleva a Caravaggio, Masaccio, Tiziano, Rafael a la capital francesa. Y luego, de nuevo, Miguel Angel, Guido Reni, Parmigianino, Bellini.
    Como sucedió en 2019 en Amboise -la ciudad medieval francesa a 22 kilómetros de Tours-, con motivo del 500 aniversario de la muerte de Leonardo da Vinci, la exposición da testimonio de la profundidad de la relación cultural, histórica y artística que une a Italia y Francia de manera indisoluble y única.
    Un "momento mágico", afirma el ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, "que hoy también adquiere un significado más, el de promover y resaltar las estrechas y positivas relaciones políticas existentes entre Italia y Francia, dos pilares de la cultura común europea y, precisamente gracias a ello, dos pilares de la actual institucionalidad de nuestro continente".
    Y ya en el anuncio del gran museo parisino, el Louvre, en acuerdo con el Museo Nacional Capodimonte de Nápoles, está toda la excepcionalidad de un evento que ya promete ser un triunfo de público hasta la clausura, prevista para el 8 de enero de 2024: casi 70 obras del museo napolitano cedidas al museo francés para el montaje de una exposición en la que todo se funde con naturalidad, y cada obra encuentra su lugar como si siempre hubiera estado allí.
    La exposición se desarrolla en tres lugares diferentes del Louvre: la Gran Galería, donde las obras maestras más impactantes de los dos museos dialogan una frente a la otra, una al lado de la otra. El efecto es espectacular, el contacto entre dos de las colecciones de pintura italiana más importantes del mundo enciende inmediatamente una chispa con "La Crucifixión" de Masaccio, gran artista del Renacimiento florentino ausente de las colecciones del Louvre.
    Pero también con una cascada de sensaciones, colores y luces, se destaca otra obra maestra del Capodimonte, "La Transfiguración", de Giovanni Bellini, sin equivalente en París.
    A continuación, emergen tres de los cuadros más bellos de Parmigianino, entre los que destaca el enigmático retrato de la "joven" llamada Altea, que se encuentra a pocos metros de la sala en la que encandila la obra más famosa del mundo, la "Mona Lisa" de Leonardo da Vinci.
    La visita continúa en su segunda sala de exposiciones, la Chapelle, donde se relatan y destacan los orígenes y la diversidad de las colecciones del museo Capodimonte, que proceden esencialmente de las de los Farnesio y los Borbones que rivalizan en objetos, porcelanas, paisajes en los que se encuentra siempre el Vesubio como referencia. Finalmente, está la Sala dell'Orloge, donde se pueden admirar algunas obras maestras de dibujo de la colección Farnese: una caricatura autógrafa de Miguel Angel, utilizada para "La Crucifixión de San Pedro" en la Capilla Sixtina, y una de Rafael, "La Anunciación".
    (ANSA).