(ANSA) - Generó polémica un episodio sucedido en L'Aquila días atrás: un elefante fue paseado por una calle medianamente transitada.
El animal proviene de un circo alojado en la ciudad, pero su presencia en la calle, además de sorprender a muchos, no fue protegida o señalada a los bomberos ni a otros exponentes de las fuerzas del orden.
"Un episodio grave y lamentable que debemos señalar oficialmente a las autoridades competentes -escriben los exponentes de la sede local de LAV (Liga Anti Vivisección)-. Un episodio que demuestra una vez más como los circos con animales no deben tener más un espacio en nuestra sociedad y que estas actividades ponen en serio riesgo la integridad animal y humana".
Y no solamente. Según la asociación animalista "la regulación comunal de L'Aquila es antigua y obsoleta en temas de tutela y bienestar animal, que entre las numerosas carencias nada se opone en el ámbito de reglamentación y severos controles que deberían ser necesarios ante el ingreso de los circos en nuestro territorio, por lo cual -se subraya- es oportuno que la administración proceda sin dilación a su modificación para su afán y objeto".
"Diversas comunas italianas ya adoptaron reglas severas para volver el comportamiento de los circos con animales lo más difícil posible, aumentar los controles y desalentar la atención, haciendo referencia también a los documentos elaborados por LAV", de dijo.
"LAV -concluye la nota- continua trabajando para que la ley del gobierno para el reordenamiento del espectáculo pueda finalmente ser aplicada y que entre en vigor antes de agosto de 2024, el actual vencimiento, previendo un gradual desmantelamiento de 2.000 animales selváticos aún utilizados en los circos locales".
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