Memorias de ex esposa e hija pintan lado más íntimo de escritor
13:22, 27 dic•CIUDAD DE MEXICO•Redacción ANSA
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 27 DIC - La imagen pública del
mexicano Carlos Fuentes es de sobra conocida pero un libro de
memorias recién publicado escrito a "cuatro manos" por su
primera esposa, la actriz Rita Macedo y la hija de ambos
Cecilia, arrojan luz sobre una arista más íntima del escritor.
"Mujer en papel" es el título del texto en el cual se muestra
como un hombre de familia y un esposo amoroso al mítico
novelista, autor de "La región más transparente" y "La muerte de
Artemio Cruz".
La factura de esta obra representó una labor formidable,
comparada a la de unir un rompecabezas con piezas aparentemente
inconexas, de acuerdo con Cecilia Fuentes.
El resultado permite dar una visión más real y familiar de un
hombre complejo e incomprendido que generalmente visto sólo como
una especie de "embajador literario" de México y como uno de los
grandes de la literatura de este país en la segunda parte del
siglo XX sin reparar en su aspecto más humano.
La primera esposa de Fuentes, Rita Macedo, era una actriz muy
respetada que fue dirigida por dos grandes realizadores, el
español Luis Buñuel e Ismael Rodríguez, y fue coestelar en
varias cintas con las leyendas Pedro Armendáriz, Pedro Infante y
Emilio Tuero.
En 1956, se casó con Carlos Fuentes, fallecido en 2012,
entonces una figura en ascenso de las letras mexicanas que
prometía grandes logros, pero la ilusión sólo duró 15 años,
cuando Macedo le pidió el divorcio a su marido, cansada de sus
infidelidades y deseosa de seguir su triunfal carrera en el
mundo cinematográfico.
En diciembre de 1993, decidió suicidarse, cuando tenía 68
años, provocando el estupor de sus admiradores y su familia.
Cecilia, la hija de Macedo y Fuentes, encontró las memorias
de su madre -inconclusas aparentemente porque terminarlas le
provocaba un inmenso dolor- y decidió rearmar la historia y
darle un cierre para en parte aliviar el sufrimiento de la
ausencia de ella pero también del alejamiento de él.
"Con este libro me di cuenta de lo mucho que mamá sufrió" al
lado de Fuentes y "por qué le resultó insoportable repasar y
revivir esa relación, al grado de no poder continuar
escribiendo", reveló Cecilia, de 57 años.
Sin embargo, confiesa que aprendió también que la versión de
su madre acerca de su padre "no había ocurrido así exactamente".
"A través de las cartas de mi papá, descubrí que estaba más
involucrado en la familia, que luchó por tenerme, por no
divorciarse, que dio más de lo que ella podía dar", señala
Cecilia en entrevista con el diario local Reforma.
Cecilia recuerda que su madre comenzó a escribir las memorias
en 1993, el año en que murió, pero "se deprimió mucho" cuando
inició el capítulo dedicado a su padre.
"Ella nunca pudo pasar de ahí", afirma.
Cecilia quería incluir íntegras las cartas escritas por su
padre a su esposa.
Sin embargo, Silvia, segunda esposa de Fuentes, con la que
procreó a dos hijos, Natasha y Carlos, que murieron antes de los
30 años, no le permitió usar las cartas "porque no quería que la
imagen" de Fuentes cambiara.
"Quiere que sea un ser perfecto, pero no lo fue y no es una
crítica", afirmó.
Al recrear la historia personal de su padre en una etapa
fundamental de su vida y al revivirlo en su faceta más personal
y familiar, Cecilia logró reconciliarse con ambos, evitando
culpar a uno u otro de su separación.
"Los dos estuvieron muy locos, los dos hicieron un desmadre
(kilombo), pero es lo que vivieron. Eso no quita que mi papá
después se haya vuelto 'el maestro'".
Cecilia busca con este libro de memorias desacralizar a
Carlos Fuentes, para dejar de verlo como un hombre de bronce o
mármol y mirarlo como una persona de carne y hueso que quiso ser
un buen esposo y buen padre pero lo arrastró el torbellino de
sus circunstancias.
"Mi madre tenía una imagen de monstruo antisocial, pero era
muy frágil y acomplejada (prejuiciosa) en muchas cosas. Nos la
vivíamos de la greña (peleando), pero nos adorábamos", señala.
(ANSA).