Según ESO, el pasado 24 de diciembre AES Andes, subsidiaria de la compañía eléctrica norteamericana AES Corporation, presentó, para la evaluación de impacto ambiental, un "inmenso complejo industrial" que se emplazaría a entre 5 y 11 kilómetros de los telescopios de Paranal, "lo que causaría daños irreparables a las observaciones astronómicas debido a la contaminación lumínica emitida durante toda la vida operativa del proyecto", se indicó en un comunicado difundido hoy. Inaugurado en 1999 y construido y operado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), Paranal es el complejo astronómico que tiene los cielos más oscuros del mundo y ha dado lugar a importantes avances, como la primera imagen de un exoplaneta o la confirmación de la expansión acelerada del universo.
Sin ir más lejos, las observaciones realizadas allí para una investigación sobre el agujero negro supermasivo del centro de la Vía Láctea, lograron el Nobel de Física de 2020. Paranal es un activo clave para la comunidad astronómica mundial, incluida la de Chile, que ha crecido de manera importante en las últimas décadas, indica ESO. Además, es cercano al Cerro Armazones, que alberga la construcción del Extremely Large Telescope (ELT), el telescopio más grande del mundo de su tipo, una instalación revolucionaria que cambiará drásticamente lo que sabemos sobre nuestro Universo. El proyecto de AES Andes contempla un complejo industrial de más de 3 mil hectáreas, casi del tamaño de una ciudad como Valparaíso e incluye la construcción de un puerto, plantas de producción de amoníaco e hidrógeno y miles de unidades de generación de electricidad. "Las emisiones de polvo durante la construcción, el aumento de la turbulencia atmosférica y, especialmente, la contaminación lumínica, tendrán un impacto irreparable en las capacidades de observación astronómica, que hasta ahora han atraído inversiones multimillonarias por parte de los gobiernos de los Estados miembros de ESO", señaló el director general de ESO, Xavier Barcons.
Y agregó que "el hecho de que el mega proyecto industrial de AES Andes esté tan próximo a Paranal representa un riesgo crítico para los cielos nocturnos más prístinos del planeta".
El desierto de Atacama es un laboratorio natural único para la investigación astronómica, por la ausencia de contaminación lumínica y su estabilidad atmosférica, atributos esenciales para proyectos científicos que aborden cuestiones como el origen y evolución del universo o la búsqueda de vida y la habitabilidad de otros planetas, advierte ESO.
Según la entidad, la reubicación del proyecto es la única forma efectiva de evitar daños irreversibles a los cielos de Paranal. Esta medida no solo salvaguardará el futuro de la astronomía, sino que también preservará uno de los últimos cielos oscuros verdaderamente prístinos de la Tierra.
"Chile, y en particular Paranal, es un lugar verdaderamente especial para la astronomía", señala Itziar de Gregorio, representante de ESO en Chile, por lo cual "es crucial considerar ubicaciones alternativas", a fin de preservar esos cielos que "son un patrimonio natural que trasciende sus fronteras y beneficia a toda la humanidad".
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