Una importante alerta llega desde la Antártida sobre el temido umbral de 1,5 grados, es decir, el valor límite del aumento de la temperatura global respecto a los niveles preindustriales, que el Acuerdo de París de 2015 se comprometió a evitar, dadas las consecuencias impredecibles que podría tener en todo el planeta.
Según el estudio publicado en la revista Nature Geoscience, en 2023 el calentamiento inducido por las actividades humanas ya habrá alcanzado 1,49 grados más, lo que significa que el valor umbral de 1,5 grados está mucho más cerca de lo que se pensaba.
La investigación, liderada por la Universidad británica de Lancaster, se basa en un nuevo método de análisis de núcleos de hielo extraídos en la Antártida, que permite reconstruir el clima de los últimos 2 mil años.
"El trabajo arroja nueva luz sobre el concepto de sensibilidad climática, que es una medida de en qué medida responde el clima de la Tierra al aumento de la concentración de gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono", dice a ANSA el italiano Carlo Barbante, profesor de la Universidad de Venecia y quien hasta abril de 2024 dirigió el Instituto de Ciencias Polares del Consejo Nacional de Investigaciones.
"El estudio propone una dependencia lineal entre el aumento del CO2 antropogénico y el aumento de la temperatura, produciendo estimaciones del calentamiento inducido por el hombre con una certeza al menos un 30% superior a los métodos alternativos", afirma Barbante, que lleva años lidiando reconstrucciones climáticas y ambientales.
El nivel de temperaturas preindustriales se estableció a partir de datos correspondientes al período comprendido entre 1850 y 1900. Sin embargo, los investigadores dirigidos por Andrew Jarvis afirman que utilizar ese período de tiempo como base de referencia conduce a una distorsión en el cálculo del calentamiento posterior, ya que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ya había comenzado a aumentar antes de esa fecha.
Por este motivo, los autores del estudio buscaron un método alternativo que pudiera ser más fiable para calcular el calentamiento global, utilizando la información atrapada en los núcleos de hielo extraídos en la Antártida y retrocediendo así en el tiempo: esto permitió utilizarlos como base de referencia el período del año 13 d.C. hasta alrededor de 1700, cuando el CO2 atmosférico rondaba las 280 partes por millón, mientras que el actual ha superado las 420 partes por millón.
"Tomar como referencia este período anterior es definitivamente más correcto -añade Barbante- puesto que en el período 1850-1900 ya tenemos alteraciones en el clima debido al aumento de CO2".
Los resultados indican que probablemente, en 2023, el aumento de temperaturas alcanzó 1,49 grados más, por lo que casi se ha alcanzado el umbral de 1,5 grados.
Los datos también muestran que en el período comprendido entre 1850 y 2023 existe una clara relación lineal entre la cantidad de CO2 y el aumento de la temperatura: según los investigadores, esto es suficiente para comprender en qué medida el calentamiento actual ha sido causado por actividades humanas, aunque en el futuro pueden entrar en juego otras variables climáticas que complejicen el cálculo.
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