Luego de trabajar durante un año, y con una gran inversión de por medio, lograron hacerlo y esto generó una alegría inmensa en ambos, según lo refleja ampliamente la prensa de Buenos Aires. La espectacular hazaña se llevó a cabo desde el aeródromo WTS, cerca de Memphis, Tennessee, Estados Unidos.
Montagna, poco después del aterrizaje, señaló: "Fue muy zarpado (osado, NDR). Tengo 4.500 saltos, pero esto supera todos los hechos hasta hoy. Fue muy intenso, el frío, la velocidad, la máscara de oxígeno, el tiempo de caída libre".
"Al principio, durante el primer minuto, Marcelo y yo no sabíamos si estábamos sobre la zona de aterrizaje o no. La visual era muy confusa desde tanta altura. Igual ya no había nada que hacer", agregó.
"A pesar de los vientos cruzados, bastante fuertes a baja altura, Taylor y yo logramos aterrizar a pocos metros de las balizas. Marcelo (Vives), que por procedimiento tenía que abrir 300 metros arriba nuestro, tuvo dificultades para llegar y por muy pocos metros no aterriza sobre los árboles. Me mostró el video, y literalmente aterrizó a cinco metros del fin del bosque. Eso pudo haber sido un problema", añadió.
Alejandro Montagna, ingeniero industrial con posgrado en Finanzas en Harvard, de 57 años, y Marcelo Vives, empresario agropecuario de 52, saben aprovechar el infinito del espacio sideral. Hace 25 años que viven obsesionados por experimentar una y otra vez la sensación de saltar en paracaídas y cada año fueron escalando en desafíos, cada vez más riesgosos y complejo.
Arrancaron jóvenes en la actividad y ambos tienen récords de diferentes tipos de saltos.
A Montagna y a Vives los impulsó la fascinación de superarse a sí mismos y de romper récords, de llegar a donde nadie lo había hecho antes. Por eso, esta madrugada, en Estados Unidos, se convirtieron en lo que más se alejaron del planeta de noche para regresar a él de un salto.
El récord mundial anterior lo ostentaba Andy Stumpf, quien el 26 de enero de 2019 se arrojó desde una altitud de 36.000 pies (aproximadamente 10.973 metros).
Para que sea oficial todavía hay que esperar, Montagna explicó que "el juez de la Federación internacional de aviación ya revisó los GPS sellados y nos homologó la altura de récord".
Por lo que solo falta ahora la certificación final.
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