Lo explica a ANSA Amedeo Santosuosso, del Instituto Universitario de Pavía.
(ANSA) - Las inteligencias artificiales están listas para obtener personería jurídica, como es el caso de algunas grandes empresas. Identificar claramente obligaciones y derechos en IA es uno de los grandes desafíos a afrontar, ahora que estamos relativamente temprano y antes de que la situación se complique.
Esta es la propuesta que surge del experto en propiedad intelectual Daniel Gervais, de la Universidad Vanderbilt de Nashville, y del experto en temas relacionados con las nuevas tecnologías John Nay, de la Universidad de Stanford.
Lo escriben juntos en la revista Science, el mismo día en que Naciones Unidas acoge una reunión para definir una estrategia internacional compartida para la gestión de la Inteligencia Artificial.
"El tema se discute desde hace años, pero la posibilidad de dar una forma jurídica real a la IA sigue siendo una especie de tabú para algunos", dijo a ANSA el experto en Derecho e IA Amedeo Santosuosso, del Instituto Universitario de Pavía.
En las regulaciones nacionales hay varios ejemplos de agentes no humanos con reconocimiento legal: se trata de definiciones que cambian de un país a otro y que van desde sociedades anónimas a las que no siempre se les exige explícitamente que las entidades corporativas tengan propietarios o gerentes humanos al mando, y por lo tanto reconocido como una especie de "persona artificial", incluso para ríos o bosques que disfrutan de identidades legales especiales e independientes.
"Hasta hace poco - añadió Santosuosso - las IA eran en realidad una especie de multiplicadores de las capacidades humanas, es decir, de alguna manera mejoraban lo que los humanos sabían hacer. Pero las IA generativas más recientes han desarrollado nuevas capacidades y actúan de forma impredecible, que se asemeja en muchos aspectos a la forma de actuar humana".
Al replicar parte de las capacidades humanas, la IA hoy es capaz de producir contenidos originales, de actuar de maneras impredecibles y el futuro podría abrir caminos antes impensables.
ChatGpt o Midjourney son sólo dos de los modelos generativos más populares y que han obtenido gran visibilidad mediática por sus increíbles capacidades para generar contenidos, textos en el primer caso e imágenes en el segundo.
Son herramientas innovadoras que, sin embargo, suscitan algunas preocupaciones, entre ellas la posibilidad de que puedan actuar incorrectamente, yendo más allá de lo que pensaban los desarrolladores, y por tanto causar daños.
Para responder a algunas dudas relativas a la IA generativa, se han creado proyectos de estudio como el lanzado por Google, que convoca a toda la comunidad de usuarios de sus sistemas a participar en la búsqueda de fallos que permitan manipular los sistemas informáticos, juntos, con un fondo de seguridad de 10 millones de dólares de inteligencia artificial.
Precisamente estas crecientes capacidades nos obligan a reflexionar sobre cómo establecer reglas no sólo sobre aplicaciones concretas, sino sobre la responsabilidad legal de la propia IA.
En lugar de perseguir las infinitas aplicaciones de la IA y determinar leyes que las regulen - dicen los autores del artículo - podríamos anticiparnos a ellas, incluyendo la IA en el marco de la ley para poder controlar todo lo que hacen y someterlas a cada ley a la que incluso un ser humano debe ajustarse.
En otras palabras, hacer que las IA estén sujetas a todo lo que los humanos están sujetos y agregar más restricciones específicas.
El llamamiento se produce el día de la primera reunión de los 38 expertos elegidos para formar parte del órgano consultivo de alto nivel sobre inteligencia artificial creado por la ONU.
Un organismo creado para definir la gobernanza internacional en materia de inteligencia artificial.
"Más allá de las cuestiones técnicas, en las que será necesario trabajar mucho, creo que es importante empezar por fin a hablar de ello de manera coherente y no tratar el tema como un tabú", observó Santosuosso. "Debemos recordar que el derecho tiene un objetivo práctico muy simple: resolver los problemas definiendo reglas". (ANSA).