En las negociaciones de integración también podría participar Mitsubishi Motors, el cuarto fabricante de automóviles japonés, del que Nissan es el principal accionista.
Las condiciones consideradas para la operación -en un contexto de estancamiento prolongado en el mercado de las cuatro ruedas a escala mundial- conducirían a la creación del tercer grupo mundial por volumen de ventas, detrás de su compatriota Toyota y la alemana Volkswagen.
Con toda razón, dicen los analistas, "la relación de mando" se decidirá en función de la magnitud de la capitalización bursátil de los dos fabricantes de automóviles, actualmente divergentes, además de los resultados más recientes de las empresas, que no son muy reconfortante en ambos frentes.
Según los precios actuales de las acciones, las de Honda cerraron a 1.535 yenes en la Bolsa de Tokio, lo que le asigna una capitalización de 8.105 millones de yenes (49,7 millones de euros), más de cuatro veces el valor de mercado de Nissan, cuyas acciones cotizaban a 480 yenes, con una capitalización de mercado de 1.783 mil millones de yenes (11 mil millones de euros).
El valor de Mitsubishi Motors es mucho menor, 778 mil millones de yenes, y este último tendrá hasta finales de mes para decidir si participa en las negociaciones de integración.
En las condiciones actuales, Honda tiene derecho a nombrar a más de la mitad de los miembros del consejo de administración del holding previsto, incluido el presidente; una dinámica que, según los observadores, le confiere un papel más decisivo que Nissan y Mitsubishi Motors "en el desarrollo de políticas de gestión y en la formulación de estrategias clave".
Las ventas combinadas de Honda, Nissan y Mitsubishi Motors superaron los 8 millones de vehículos en 2023, frente a los 11,23 millones de Toyota y los 9,24 millones de Volkswagen, pero la desaceleración de las matriculaciones en los dos principales mercados de referencia, China y Estados Unidos, y la esperada introducción de nuevos aranceles en la segunda administración Trump en Estados Unidos, de hecho ya limita las esperanzas de recuperación del sector.
"Nuestro objetivo es crecer juntos en lugar de competir entre nosotros", subrayó el presidente de Nissan, Makoto Uchida, con motivo de la presentación del acuerdo, mientras que el número uno de Honda, Toshihiro Mibe, rechazó firmemente la idea de que la nueva alianza sea destinado a salvar a Nissan.
Sin embargo, incluso antes de las elecciones estadounidenses de noviembre, Honda había revisado a la baja su previsión de beneficios para el actual ejercicio fiscal en un 14,2%, mientras que en el mismo período Nissan anunció 9.000 despidos, o el 7% de su plantilla en todo el mundo, y una reducción de su capacidad de producción global en un 20%, después de reportar una caída en el beneficio neto de más del 90% en el semestre abril-septiembre.
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