El gobierno actual se comprometió a utilizar el crédito externo únicamente cuando las condiciones sean favorables, manteniendo así el compromiso de preservar la estabilidad en la deuda. Apenas el 12 de julio se liquidó en forma anticipada un bono con fecha de liquidación en abril de 2025, por un monto de 894 millones de dólares, con el fin de otorgar "flexibilidad a la siguiente administración en su primer año, al reducir las amortizaciones de deuda externa". López Obrador "deja una situación fiscal complicada, con un déficit fiscal que se acerca al 6% del PIB" debido en parte a las políticas de subsidios y programas sociales que ahora demandan más del presupuesto público", señaló el analista Eduardo Ruiz Healy. "La falta de fondos, exacerbada por la austeridad, ha dejado a las instituciones y servicios públicos en una situación precaria" por lo Sheinbaum, "tendrá que resolver este problema y encontrar formas de financiar los programas sociales sin aumentar la deuda ni cobrar más impuestos a las empresas y personas", agregó. "La herencia que Andrés Manuel López Obrador deja al final de su administración será un camino de brasas para Claudia Sheinbaum en su misión de construir el segundo piso de la Cuarta Transformación", como el mandatario saliente ha llamado a su gestión, señaló la revista digital Proceso. El jefe de Estado hereda a su sucesora "un país sin crecimiento económico, endeudado, violento", afirmó la publicación.
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