Las bolsas europeas reducían, sobre el cierre, sus caídas tras un derrumbe en Wall Street, mientras que el índice ISM de servicios en Estados Unidos repunta en julio, más allá de las expectativas de los analistas, contribuyendo a aliviar un poco las preocupaciones sobre la estabilidad de la economía americana.
La rueda de Milán perdió un 2,4%, Londres un 2,2% y París un 1,8% mientras que en Nueva York el Nasdaq redujo la caída al 3,6% y el S&P 500 al 3%.
La rueda de Japón se desplomó este lunes y el índice Nikkei sufrió la mayor caída en puntos de su historia, influenciada por el repunte del yen y la preocupación por la economía estadounidense, que provocó también fuertes caídas en Seúl y Taiwán.
El Nikkei 225, que ya había caído un 5,8% el viernes, se desplomó un 12,4%, o 4.451,28 puntos, para cerrar en 31.458,42 puntos batiendo su récord de pérdidas, que se remontaba al desplome bursátil de octubre de 1987. El índice Topix, más amplio, cayó por su parte 12,23% hasta los 2.227,15 puntos.
La divisa japonesa, que en julio se cambiaba a casi 162 yenes por dólar, repuntó el lunes hasta 141,73 por billete verde, un nivel que no se veía desde principios de enero, desde los 146,52 yenes registrados el viernes en Nueva York.
Un yen más fuerte es un factor negativo para los exportadores japoneses.
El reciente repunte se ha visto impulsado por las decisiones políticas del banco central de Japón, que la semana pasada aumentó sus tasas de interés por segunda vez en 17 años y podría hacerlo de nuevo próximamente mientras la reserva federal estadounidense dio a entender que bajará las suyas posiblemente a partir de septiembre.
El dato oscuro emergió el último viernes, cuando un informe de empleo de Estados Unidos indicó que los empleadores habían desacelerado significativamente la contratación en julio. El documento puntualizaba que el desempleo en el país norteamericano aumentó a su nivel más alto en casi tres años, lo que provocó temores por una posible recesión en Estados Unidos.
Las bolsas del mundo ya habían comenzado a teñirse de rojo el viernes, ante los débiles datos económicos estadounidenses, y hoy las caídas se profundizan sobre todo los papeles de las tecnológicas.
En Wall Street, los futuros del índice Nasdaq 100 cayeron más del 4%. El índice ya ha caído más del 10% desde su récord del 10 de julio, superando el umbral que cumple con la definición de corrección. El dólar, además, se debilitó y el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años en Estados Unidos cayó al nivel más bajo en un año. Los inversores globales temen que el recorte de tipos de interés que se prevé que aplique la Reserva Federal estadounidense en septiembre pueda llegar demasiado tarde para aliviar la mala situación del mercado laboral.
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