Incluso en el turismo de lujo o, mejor dicho, de alta gama - es decir el que concierne a los nuevos flujos de viajeros, no necesariamente, ricos pero dispuestos a gastar sumas incluso desafiantes por una experiencia de viaje valiosa- Italia puede llevarse la mayor parte y desafiar de frente a la competencia europea y mundial. Así se desprende de la investigación "La rivoluzione silenziosa" ("La revolución silenciosa") presentada durante el Mice Trade Show, un encuentro organizado con el patrocinio de ENIT -ente de Turismo- entre la excelencia de la oferta y la demanda en el que participan más de 150 de los compradores más activos de todo el mundo.
En el ranking del turismo europeo de alta gama elaborado por la alianza europea de industrias culturales y creativas (ECCIA), Italia se ubica en el cuarto lugar después de Gran Bretaña, Francia y España, con una facturación de 22.000 a 25.000 millones (60 entre contribución directa e indirecta), pero podría producir una facturación entre 2 y 4 veces superior a la actual, alcanzando cerca de 90 y 110 mil millones de gasto por parte de este tipo de grandes gastadores.
Con 10 mil empleos directos y hasta un millón de empleos impactados por el gasto directo, es un nicho de excelencia virtuosa, extendido por todo el territorio, con vocación internacional. Implicando menos del 1% de las instalaciones hoteleras, distribuidas por toda Italia, generó el 15% de la facturación hotelera y el 25% del gasto.
Un gasto que ronda los 5.000 euros por persona (9 veces superior respecto a la media) y de cada euro gastado en hostelería, 3 se quedan en el territorio.
Alrededor del 80% de todo esto es generado por los turistas extranjeros. A nivel europeo, el turismo de alto nivel en Europa, a pesar de ocupar solo el 2% de las instalaciones de alojamiento, representa entre el 21% y el 24% del turismo total y tiene un valor de entre 130.000 y 170.000 millones de dólares, pero se deben reforzar las medidas adoptadas en diversos instrumentos estratégicos destinados a atraer a los turistas que actualmente se dirigen a otros destinos, puede duplicar o incluso triplicar su valor actual para alcanzar 520.000 millones de dólares en ingresos directos para 2030-2035.
La cosa más interesante es que, después de la pausa por la pandemia, el creciente aumento del turismo masificado durante la alta temporada está incentivando el turismo de alta gama a desplazarse en las bases estacionales y en búsqueda de destinos Crowd Free: el 78% de las programaciones es Lo más interesante es que, tras la pausa de la pandemia, el creciente aumento del turismo de masas durante las temporadas altas está incentivando al turismo de alta gama a desplazarse en las temporadas bajas y buscar destinos Crowd Free: el 78% de la programación se refiere a los periodos temporada baja (en 2019 fue el 48%).
Otro dato que lo refleja, de hecho, es que respecto a su potencialidad, Italia tiene un nivel anual de compra de turistas no europeos que gastan mucho, con una media de solo 3 o 4 turistas sobre 10.
En particular, las proyecciones sobre el mercado chino, que en la próxima década será el principal mercado de alto gasto, superando a Estados Unidos, son muy bajas, con solo 2 multimillonarios chinos sobre 10. Además de las comodidades artístico-ambientales, muchos otros factores compiten para influir opciones de viaje.
Un nuevo escenario en el que un buen vino puede resultar tan atractivo como una obra maestra artística o la posibilidad de regenerarse en el cuerpo y en el espíritu supera las posibles carencias logísticas del destino.
Entre las características que distinguen a los viajes en este mercado destacan especialmente las siguientes: los itinerarios personalizados y a medida, viajes de bienestar y holísticos, viajes sostenibles y ecológicos, experiencias privadas, viajes multi-generacionales, hoteles con encanto y alojamientos íntimos, aventuras culinarias desde los cursos de cocina a los platos privados con chefs de renombre, viajes de aventura y deportivos, inmersión cultural, slow travel, el Bleisure que combina negocios y ocio, tecnología inteligente y servicios de alta gama, experiencias exclusivas y personalizadas, destinos desconocidos y finalmente con empresas como SpaceX y Blue Origin el turismo espacial.
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