El gobierno italiano aprobó hoy un impuesto inesperado del 40% a los bancos para 2023, en un intento por ayudar a los titulares de hipotecas y reducir las tarifas.
"No vamos a entrar en el fondo de los números, sino que basta con mirar las ganancias de los bancos en la primera mitad de 2023, también como resultado de las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo, para darnos cuenta de que no estamos hablando de unos pocos millones, sino de miles de millones", dijo el viceprimer ministro y ministro de infraestructura de Italia, Matteo Salvini, en una conferencia de prensa.
La decisión se tomó durante un consejo de ministros en Roma y, según Salvini, el ministro de Economía italiano, Giancarlo Giorgetti, aprobó "una regla de equidad social, que es un impuesto sobre las ganancias extra bancarias limitado a 2023".
La medida prevé que todos los recursos se destinarán a dos partidas: ayudas con hipotecas de primera vivienda y desgravaciones fiscales.
Además, establece que el impuesto extraordinario para 2023 tiene una tasa del 40%, pero no puede, en ningún caso, superar el 25% del patrimonio neto.
"Si el costo de la carga del dinero para familias y empresas ha aumentado y se ha duplicado, lo que se entrega a los cuentacorrentistas no se ha duplicado por igual, de manera rápida y significativa", agregó Salvini, reforzando que existe una gran diferencia entre las tasas que se aplican a los préstamos y depósitos.
Según fuentes gubernamentales, el cargo sobre los beneficios extraordinarios de los bancos debería aportar más de 2.000 millones de euros a las arcas del Estado.
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