(ANSA) - NUEVA YORK 27 ABR - El presidente Joe Biden afirmó
hoy que la economía estadounidense se mantiene sólida, a pesar
que los datos mostraron una leve desaceleración.
Así lo afirmó al comentar los datos del PIB de Estados
Unidos para el primer trimestre, que mostraron una
desaceleración a +1.1%.
El producto interno bruto (PIB), una medida de todos los
bienes y servicios producidos durante el período, aumentó a un
ritmo anualizado del 1,1 % en el primer trimestre, informó este
jueves el Departamento de Comercio. Los economistas encuestados
por Dow Jones esperaban un crecimiento del 2%.
En los últimos tres meses de 2022, la economía había crecido
un 2,6%.
"La economía de Estados Unidos se mantiene sólida a medida
que avanza hacia un crecimiento estable", dijo el mandatario, de
80 años.
"Los ingresos personales aumentaron en el último trimestre y
los consumidores continuaron gastando, incluso cuando la tasa de
crecimiento se desaceleró", dijo Biden, ya lanzado en campaña
por la reelección en 2024.
"Mi agenda es reconstruir la economía estadounidense desde
cero", dijo el demócrata. "Al invertir en la fabricación y
reconstruir nuestras cadenas de suministro, estamos creando
empleos que pagan bien, hemos reducido los costos de energía e
Internet, asegurándonos de que nadie se quede atrás".
El presidente señaló que "estas políticas ayudaron a la
economía a crear un récord de 12,5 millones de puestos de
trabajo en los últimos dos años y casi 800.000 puestos de
trabajo en el sector manufacturero".
El crecimiento en los Estados Unidos se desaceleró
considerablemente durante los primeros tres meses del año a
medida que aumentaba la tasa de interés y la inflación se aferró
a una economía que se esperaba que se desacelerara más adelante.
El informe también mostró que el índice de precios de gastos
de consumo personal, una medida de inflación que la Reserva
Federal sigue de cerca, aumentó un 4,2%, por delante de la
estimación del 3,7%.
La alta inflación y el crecimiento lento a veces se
describen como "estancamiento", que caracterizó a la economía
estadounidense de finales de la década de 1970 y principios de
los 80.
Las acciones reaccionaron inicialmente poco al informe, con
los principales índices apuntando a una apertura más alta. Los
rendimientos del Tesoro aumentaron. (ANSA).
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